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"Soy un hombre de armas, un soldado, scout. Paradójicamente, al único de mi especie que admiro, empuñó solamente la palabra, su técnica fue la humildad, su táctica la paciencia y la estrategia que le dio su mayor victoria fue dejarse clavar en una cruz por aquellos que amaba".

Desde La Trinchera Del Buen Combate en Argentina. Un Abrazo en Dios y La Patria.

22 de diciembre de 2018

COMBATE DE PITAMBALÁ. 27 de diciembre de 1816.

Teniente coronel Juan Francisco Borges (1766-1817). Fue derrotado por el coronel JUAN GREGORIO ARÁOZ DE LAMADRID en Pitambalá y poco después fue fusilado.
COMBATE DE PITAMBALÁ. El rebelde coronel JUAN FRANCISCO BORGES, que no había querido obedecer al gobierno de Tucumán ni al general MANUEL BELGRANO, que le ordenaron una retirada estratégica, fue derrotado por el coronel JUAN GREGORIO ARÁOZ DE LAMADRID en Pitambalá y poco después fue fusilado.
Gregorio Aráoz de Lamadrid
Aráoz de Lamadrid Gregorio.jpg
Información personal
Nombre nativoGregorio Aráoz de La Madrid Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacimiento21 de noviembre de 1795 Ver y modificar los datos en Wikidata
San Miguel de TucumánArgentina Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento5 de enero de 1857 Ver y modificar los datos en Wikidata (61 años)
Buenos Aires, Argentina Ver y modificar los datos en Wikidata
NacionalidadArgentina Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
OcupaciónPolítico y militar Ver y modificar los datos en Wikidata
Cargos ocupados
Rango
Participó enGuerras civiles argentinas 
Manuel Belgrano
Manuel Belgrano.JPG
Belgrano durante su estadía en Londresnota 1

4.º General en Jefe del Ejército del Norte
PredecesorJuan Martín de Pueyrredón
SucesorJosé de San Martín

8.º General en Jefe del Ejército del Norte
7 de agosto de 1816-11 de diciembre de 1819
PredecesorJosé Rondeau
SucesorFrancisco Fernández de la Cruz

Seal of the Argentine Army.svg
Jefe del Regimiento de Patricios
1811-1814
PredecesorCornelio Saavedra
SucesorGregorio Perdriel

Información personal
Nombre de nacimientoManuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano Ver y modificar los datos en Wikidata
Nombre nativoManuel Belgrano Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacimiento3 de junio de 1770
Buenos AiresBandera del Imperio Español Imperio Español (actual Flag of Argentina.svg Argentina)
Fallecimiento20 de junio de 1820 (50 años)
Buenos AiresBandera de Argentina Provincias Unidas del Río de la Plata
(actual Flag of Argentina.svg Argentina)
Lugar de sepulturaConvento de Santo Domingo (Buenos Aires) Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidadargentina
ReligiónCatolicismo Ver y modificar los datos en Wikidata
Partido políticoCarlotismo Ver y modificar los datos en Wikidata
Familia
PadresDomenico Belgrano Peri
María Josefa González Casero
CónyugeMaría Josefa Ezcurra
Hijos
Familiares
Educación
Alma máterUniversidad de ValladolidFlag of Spain.svg España
Información profesional
Ocupaciónabogadoperiodistapolítico, diplomático, economista y militar
Rama militarEjército
RangoGeneral
FirmaFirma Manuel Belgrano.svg
El CORONEL LORENZO LUGONES debió haber corrido igual destino, pero se interpuso el Gral. Paz, por haber sido oficial de su regimiento y su amigo personal. Logra salvarle la vida, pero lo degradan de su jerarquía militar.
CORONEL LORENZO LUGONES

CORONEL LORENZO LUGONES

Coronel JUAN FRANCISCO BORGES

Juan Francisco Borges fue un militar y político santiagueño, precursor de la autonomía provincial
Hijo de Manuel Pedro Borges, de origen portugués, y de María Josefina Urrejola y Peñaloza, santiagueña, nació en Santiago del Estero el 24 de junio de 1776. Se casó con Catalina de Medina y Montalvo con la que tuvo un solo hijo: Juan Francisco Segundo Borges que fue el primer gobernador constitucional de Santiago del Estero. Murió el 1 de enero de 1817 fusilado por orden de Manuel Belgrano.
Juan Francisco Borges hoy es reivindicado en su provincia natal como uno de los precursores del federalismo nacional.

Comienzos

Su padre era oficial de las fuerzas españolas y un comerciante muy avezado con intereses en el Alto Perú. En 1781, durante un viaje en que el joven Borges aprendía el oficio, fueron sorprendidos en la ciudad de La Paz por el levantamiento de Tupac Amaru, donde participaron de la defensa de la ciudad. En esta campaña muere Manuel Borges y Juan Francisco resulta herido.

En 1783 fue enviado a España para seguir la carrera militar, en pago por los servicios prestados por su padre y los propios, donde obtiene el grado de teniente coronel.
En 1790 junto a una sociedad comerciaba en La Paz pero debido a problemas con el intendente de dicha ciudad es procesado y enviado a Buenos Aires en 1796; por la intervención del virrey Rafael de Sobremonte fue puesto en libertad en 1798. Al año siguiente por otro conflicto fue nuevamente arrestado; al ser liberado regresó a Santiago del Estero.

En 1801 organizó una expedición, íntegramente financiada por él, en busca del "mesón de fierro" en el Chaco, meteorito de gran tamaño conocido por indígenas y españoles pero del que se había perdido el rastro.

En 1802 viajó a España donde solucionó algunos conflictos judiciales que le eran desfavorables y realizó gestiones con el fin de que le fueran reconocidas las acciones realizadas en defensa de la ciudad de La Paz así como la expedición al Gran Chaco. El 31 de enero de 1807 se le otorgó el título de Caballero Cruzado del Hábito de Santiago y los beneficios económicos que tal título importaba. 

Durante su estancia en España conoció al salteño José Moldes, futuro revolucionario. También se empapó de la situación política de Europa y de los cambios que allí se estaban produciendo. En 1808 regresó a su ciudad natal.
En 1810 fue nombrado por el gobernador de la Intendencia de Salta del Tucumán comandante de armas de Santiago del Estero, a pesar que era conocido que Borges era parte de los “independentistas”.

Movimiento de Mayo en Santiago del Estero

Al llegar las noticias de la revolución de Mayo el 10 de junio de 1810, Borges adhirió a ella inmediatamente y junto a Lorenzo Lugones y José Cumulat presionaron al Cabildo para que reconociera la autoridad de la Primera Junta, lo que hizo el día 29 de junio. 
El 2 de julio se convocó al pueblo para elegir un diputado a la Junta Grande, resultando electo Juan J. Lami. Borges se enfrentó al Cabildo impugnando la elección y haciendo llegar esa impugnación a la Junta de Buenos Aires, que declaró tal elección nula. Finalmente en 1811 fue elegido Pedro Francisco de Uriarte. Este fue el primer reclamo de representatividad de los cuerpos colegiados que se conoce en la historia de la Revolución.
Ese mismo año, ascendido a Teniente Coronel, se le encarga la formación de un Regimiento de Patricios Santiagueños, integrado por tres compañías, a cuyo frente se incorporó al Ejército del Norte. 
Estando en Jujuy, Borges es acusado falsamente por Francisco Ortiz de Ocampo por el faltante de enseres. Castelli lo despidió del ejército y Borges regresó a Santiago del Estero. Posteriormente Borges lo demanda y tras un largo proceso Ortiz de Ocampo fue condenado a pagarle una indemnización.
En 1812 fue elegido miembro del Cabildo y en 1814 castigado por desobedecer al poder central. Por esa fecha existían movimientos autonómicos en todas las provincias y Borges ya sostenía ideas federalistas.

Sublevación de Borges

Se llama sublevación de Borges a los dos intentos del teniente coronel Juan Francisco Borges, en 1815 y 1816, para lograr la autonomía de Santiago del Estero, que desde 1814 formaba parte de la Gobernación Intendencia del Tucumán como una tenencia de gobierno. Ambos intentos fueron reprimidos rápidamente por fuerzas del gobernador de Tucumán y del Ejército del Norte respectivamente. Manuel Belgrano ordenó el fusilamiento de Borges, lo que fue llevado a cabo por el coronel Gregorio Aráoz de Lamadrid el primer día de 1817. Borges había declarado a Santiago del Estero Pueblo Libre en sintonía con José Gervasio Artigas en contra del Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata (futura República Argentina).

Primera rebelión

En Santiago del Estero crecía el descontento y la oposición al gobernador de Tucumán Bernabé Aráoz. Borges le había escrito una carta al Director Supremo Sustituto Ignacio Álvarez Thomas reclamando la separación de su provincia de la del Tucumán, a lo que Álvarez Thomas le respondió que esos conflictos serían solucionados por el Congreso que se reuniría próximamente en San Miguel de Tucumán, respuesta que no satisfizo a los autonomistas.
El tratamiento dado por Aráoz al Teniente Gobernador Pedro Domingo Isnardi al destituirlo y confinarlo en Abipones favoreció la rebelión. 
La noche del 4 de septiembre de 1815 Borges, con el apoyo de las milicias y de gran parte del pueblo, destituyó al Teniente Gobernador Tomás Juan de Taboada, tomó prisionero a Ortiz de Ocampo, reunió al pueblo y fue elegido como Teniente Gobernador provisorio hasta tanto se convocara formalmente al pueblo.
Aráoz reaccionó en forma inmediata enviando un destacamento al mando de Juan F. Lobo. En Chauchillas se unieron a las huestes que los Taboada, familia partidaria de Aráoz, pudieron reunir y el 8 de septiembre se enfrentaron con las fuerzas de Borges en la plaza central de la ciudad. Borges fue derrotado y llevado prisionero a Tucumán; desde la cárcel se fugó hacia Salta donde se asiló bajo la protección del General Martín Miguel de Güemes. Güemes apoyaba la separación santiagueña de Tucumán, por motivos diversos.
Estando en Salta participó de las acciones que desembocaron en la autonomía salteña.
El Teniente Gobernador Tomás J. de Taboada renunció a su cargo y Manuel Belgrano propuso al Congreso la designación en ese cargo del Sargento Mayor Gabino Ibañez quién asumió el 30 de agosto de 1816, e informó a Belgrano del estado de convulsión en que se encontraba la provincia. 

Segunda rebelión

Borges regresó de Salta y secundado por Lorenzo Lugones, Lorenzo Goncebat y Pedro Pablo Montenegro, sublevó nuevamente al pueblo y preparó un nuevo intento separatista que estalló el 10 de diciembre de 1816, declaró la autonomía absoluta de la provincia y se autoproclamó gobernador. Ibañez fue detenido y enviado preso a Loreto.
En respuesta Manuel Belgrano, maliciosamente informado por Bernabé Aráoz que Borges se había levantado en contra del Ejército de la patria , envió tres destacamentos en su búsqueda y ordenó sofocar la sublevación.
Borges se retiró hacia Loreto, donde fue localizado y derrotado por Aráoz de La Madrid en Pitambalá el 27 de diciembre de ese mismo año. Borges huyó a Guaype y se refugió en casa de los Taboada, donde la historia cuenta que Leandro Taboada lo entregó a La Madrid.

MANUEL BELGRANO. Dispuso que Borges fuera fusilado ni bien lo capturasen.

Muerte

Juan Francisco Borges fue fusilado por orden de Manuel Belgrano, en cumplimiento de lo dispuesto por el Congreso , el 1 de enero de 1817 sin juicio y sin posibilidad de defensa, en el Convento de Santo Domingo, Villa Robles, al pie de un añoso algarrobo. Sus restos fueron llevados posteriormente a la Catedral de Santiago y allí sepultados, según el acta del presbítero Manuel Frías. 
Cabe destacar que el fusilamiento de Borges, sin proceso previo, era acorde con la política de “mano dura” implantada por el Congreso de Tucumán el 1º de agosto de 1816, que Belgrano no hizo más que cumplir. 
Sin embargo puede ser reprochable la doble actitud que tomó, por un lado envió al General José María Paz a tomar declaración del detenido y por otra parte instruyó a La Madrid para que procediera a su fusilamiento. 
El General José María Paz recuerda en sus Memorias: 
“Yo había creído que la declaración que se mandaba a tomar era para que sirviese en un juicio que, aunque breve, llenara en cierto modo las formas (…) pero ya era inútil el esclarecimiento de un hecho que estaba juzgado”. Paz desobedece la orden y cuando está regresando escucha la descarga fatal. Agrega: “Lo singular es que el general, que tanto predicaba la obediencia y la observancia de las leyes, las violase invocándolas.” 
José María Paz
José María Paz.jpg

Escudo de la Provincia de Córdoba.svg
Gobernador de la provincia de Córdoba
19 de abril de 1829-16 de mayo de 1831
PredecesorJuan Bautista Bustos
SucesorMariano Fragueiro

Escudo de la Provincia de Entre Ríos.svg
Gobernador de Entre Ríos
12 de marzo de 1842-3 de abril de 1842
PredecesorPedro Pablo Seguí
SucesorFrancisco Dionisio Álvarez

Información personal
Nacimiento9 de septiembre de 1791
ciudad de Córdoba,
provincia de Córdoba,
Virreinato del Río de la Plata Bandera de España
Fallecimiento22 de octubre de 1854 (63 años).
ciudad de Buenos Aires,
República Argentina Bandera de Argentina
NacionalidadArgentina Ver y modificar los datos en Wikidata
Partido políticoPartido Unitario
Familia
CónyugeMargarita Weild
Información profesional
Ocupaciónmilitar
Rango
Participó enGuerras civiles argentinas
Luego de su muerte, su esposa enloqueció y su hijo fue criado por el presbítero Felipe Ferrando.
Lorenzo Lugones, Lorenzo Goncebat y Pedro Pablo Montenegro salvaron sus vidas por intersección del General José María Paz y de los presbíteros Pedro Leon Gallo y Pedro Francisco de Uriarte, pero fueron degradados militarmente.
A 250 AÑOS DEL NATALICIO de Juan Francisco Borges (24/06/1776 - 24/06/2016)
En homenaje a Juan F. Borges colocan un mojón en Pitambalá.
Un equipo de Santiago Diversidad se trasladó hasta el lugar donde se libró la batalla.
Nota
La intención es reconocer y destacar el valor histórico del paraje Pitambalá, en el departamento San Martín, donde se libró un combate en el que los santiagueños fuimos derrotados, quedando como prisionero el coronel Juan Francisco Borges, quien posteriormente fue fusilado en Santo Domingo. Santiago Diversidad consideró importante reivindicar la tarea que el coronel Borges y sus soldados desplegaron en la época y organizó una expedición, con el objetivo de ubicar el sitio en donde se libro ese combate y dejar allí apostado un mojón de hormigón como testimonio del acontecimiento y como muestra de gratitud por la lucha desarrollada con patriotismo y en la esperanza de que este reconocimiento sea conocido y valorado por las nuevas generaciones. 
A 250 AÑOS DEL NATALICIO de Juan Francisco Borges (24/06/1776 - 24/06/2016)
En homenaje a Juan F. Borges colocan un mojón en Pitambalá.
El mojón tiene cuatro caras y en cada una hay distintas inscripciones con datos de referencia:
* Coronel Francisco Borges
* Batalla de Pitambalá
* 27/12/1816 fecha del acontecimiento
* Reconocimiento de su pueblo.
El mojón se lo ubicó cerca de un tronco seco, único vestigio del desmedido desmonte a tala de otra época, y a pocos metros de una placa del Instituto Geográfico Militar, que indica el punto fijo altimétrico.
A 250 AÑOS DEL NATALICIO de Juan Francisco Borges (24/06/1776 - 24/06/2016)
En homenaje a Juan F. Borges colocan un mojón en Pitambalá.

Algunas consideraciones

Juan Francisco Borges fue un líder que comprendió anticipadamente los sucesos que se estaban desarrollando e influyó a personas que convencieron al pueblo (desde los letrados a las clases bajas, las milicias, los indios, los mulatos, los esclavos) de apoyar el proceso independentista. Se puso al servicio de la Junta con su propia persona y su propio patrimonio. 
Con el tiempo, al observar el tratamiento que desde el poder central se dispensaba a las provincias, sus ideas fueron madurando hacia el federalismo. Estaba convencido que Santiago del Estero debía tener sus propios gobernantes y sus propios representantes, sin injerencia del poder central ni de otras provincias. 
El Gobernador de Tucumán Bernabé Aráoz tiempo después se autoproclamó presidente de la “República Federal de Tucumán”, movimiento que desencadenó la autonomía santiagueña.

Carta de Borges al único hijo legítimo de la Patria.

Juan Francisco Borges a Güemes desde Santiago el 27 de agosto de 1816:
“He buscado los caballos y tenía ya algunos en el Salado, pero nuestro Aráoz (Bernabé) es un halcón que todo lo arrebata. No hubiera sucedido así, si yo hubiese estado suelto; pero no pierda usted las esperanzas de recibir algunos que se han reservado. También he hecho recoger los que tenía en Copo, habiendo ocurrido algún choque en la resistencia para entregarlos, de cuya hechuría estoy haciendo curar en mi casa un herido de bala”. 

“Sé que tal vez es usted el único hijo legítimo que tiene la Patria, y me asista la confianza que le dará el día glorioso que se busca, aunque le cueste los trabajos y necesidades inmensas que le hacen sufrir, mientras los compadres se regalan con banquetes, borracheras y otras difusiones; pero también sé que el corazón del hombre de bien se llena y satisface con la pureza de su proceder. Algunos de los que pasan y de los que aquí existen, suelen llevar los salmoreos que yo acostumbro, porque no puedo sufrir que tomen a usted en boca para saciar su mordacidad y apoyar su cobardía”.

PUBLICACIÓN DE LA GACETA DE TUCUMÁN EL 27/12/2016 SOBRE LA EJECUCIÓN DEL SANTIAGUEÑO BORGES - LA ORDEN DEL CONGRESO Y LA INFLEXIBILIDAD DE BELGRANO PASARON POR ALTO LAS FORMAS JURÍDICAS.

Carlos Páez de la Torre H
En 1816, el santiagueño Juan Francisco Borges tenía 50 años y una trayectoria por demás movida y aventurera. Había luchado, a fines del siglo anterior, en varios combates contra la gente de Tupac Amaru y, tras sufrir cárcel por desacato a la autoridad en La Paz, pasó a España para servir como oficial en la Guardia de Corps de Carlos IV. El monarca lo nombró “caballero cruzado” de la Orden de Santiago.

Vuelto a su provincia, se adhirió con entusiasmo a la causa patriota y armó el Batallón de Patricios Santiagueños que, con 300 hombres, se incorporó a la primera expedición al Alto Perú, de 1810. Pronto se disgustó con sus jefes Juan José Castelli y Francisco Ortiz de Ocampo, y fue separado de la fuerza. Además, había impugnado al representante de Santiago ante la Primera Junta. Luego, sus planteos ante el Triunvirato le depararon una temporada de prisión.

El alzamiento

Borges fue miembro del Cabildo santiagueño y Comandante de Armas. Rechazaba tanto el hecho de que su provincia dependiera de Tucumán, como el sistema centralista que regía la revolución desde sus comienzos. Por eso se alzó en setiembre de 1815, pero el gobernador tucumano Bernabé Aráoz logró derrotarlo y ponerlo preso. Pudo más tarde fugarse a Salta. Allí estuvo entre quienes se oponían a que Manuel Belgrano reemplazase a José Rondeau en la jefatura del Ejército del Norte. Luego, había regresado a Santiago y, lejos de calmarse, programaba un nuevo golpe cuando iba concluyendo el año de la Independencia.

El 13 de diciembre de 1816, una noticia “derramó hiel” -dice “El Redactor”- sobre el Congreso de las Provincias Unidas. Se supo que dos días antes, en Santiago del Estero -ciudad dependiente de la provincia de Tucumán- el coronel Borges se había rebelado contra la autoridad. Depuso al teniente de gobernador, comandante Gabino Ibáñez, y asumió el gobierno apoyado por milicias populares que había reclutado. Ante semejante novedad, el Congreso ordenó a Belgrano que tomara medidas para reprimirlo. Lo que sigue, es la historia.

Una “delicadeza”

Habían secundado el motín de Borges, un oficial del Ejército del Norte, el capitán Lorenzo Lugones -con el piquete de 30 Dragones a sus órdenes- junto con dos comandantes de milicias, Lorenzo Goncebat y Pedro Pablo Montenegro. Se esmeró Borges en reclutar gente de la campaña, “echando voces de que va de acuerdo con Artigas y Güemes, que no han de obedecer las autoridades, ni al Congreso, ni al general (Belgrano), que no pagarán las contribuciones impuestas y que formarán la montonera”, decía una frenética carta del depuesto Ibáñez al gobernador de Córdoba, Ambrosio Funes.

Como para demostrar que su movimiento no quería obstaculizar la guerra contra los realistas, Borges dejó pasar unas carretas que iban con dinero y armas a Buenos Aires, sin sacarles un sable ni una carabina, aunque mucho los necesitaba. Comenta José María Paz, en sus “Memorias”, que esta “delicadeza” evidenciaba “su impericia como caudillo, que se había metido en un atolladero sin calcular cómo habría de salir”. 

Duras órdenes

El Congreso dio claras instrucciones sobre la represión ordenada. “Aprehendidas que fueran las personas de Goncebat y Borges, serán sumariadas ejecutivamente y castigados sus crímenes de un modo ejemplar, como atentatorios del orden público”, expresaba el cuerpo.

Belgrano envió a Santiago al comandante Juan Bautista Bustos, con 200 infantes y un escuadrón de Dragones que mandaba José María Paz. A la vanguardia marchaba el teniente coronel Gregorio Aráoz de La Madrid, con 130 de sus Húsares. Cuando Bustos ocupó la capital de Santiago, ya La Madrid había partido a la campaña, en persecución de Borges.

Narra La Madrid en sus “Memorias” que, ni bien llegó a Santiago, fue informado por Ibáñez sobre “el punto en que estaban reunidos los revoltosos, en número de 700 y más hombres”. Marchó entonces sobre ellos. Su escuadrón cruzó el río y cabalgó toda la noche, llevando a su vanguardia al capitán Mariano García con 25 tiradores.

La Madrid ataca

Memorias del general Gregorio Aráoz de Lamadrid
Llegado a Pitambalá (27 de diciembre de 1816), donde acampaba Borges, cuenta La Madrid que se le vino encima una guardia de los revoltosos. Entonces, gritó: “¡Escuadrones, carabina a la espalda y sable en la mano, galope!”. Cuando arribó al campamento, vio que García ya estaba sableando a la guardia enemiga. 

Entonces, escribe, 
“haciendo tocar ‘a degüello’ con mis cornetas, me precipito sobre los enemigos que corrían desatinados a formarse montados; los pongo en completo desorden y son perseguidos en todas direcciones al Monte de los Pinales, donde se dirigieron los más, siguiendo a su jefe y al capitán Lugones”.

Sigue La Madrid. 
“Fueron acuchillados por muy largo trecho en el espacio como de hora y media”, y “les matamos como 30 hombres y tomamos más de 80 prisioneros, y varias armas de fuego entre fusiles, tercerolas y trabucos, y muchas lanzas o cuchillos amarrados en cañas”. 

Borges prisionero

Hizo recoger “16 o 18 heridos”, envió a Belgrano un parte de la jornada y liberó a varios prisioneros, para que avisaran a su gente que “nadie los perseguiría, porque ellos no tenían la culpa, sino el jefe que los había engañado y sacrificado inútilmente”. Los vencedores de Pitambalá serían premiados luego por el Director Supremo con un escudo de paño que llevaba la leyenda “Honor a los Defensores del Orden”.

Borges huyó solo hacia el río Salado, con el propósito de pasar a Salta, donde suponía que Güemes iba a prestarle ayuda. Pero, narra Paz, fue apresado en el territorio de su provincia “por sus mismos paisanos y entregado por un comandante de milicias (Leandro) Taboada, que me aseguraron era su pariente”.

Al enterarse de la captura -según la misma fuente- Belgrano indultó a todos, salvo a Borges, Goncebat, Lugones y Montenegro. A Paz se le ordenó ir al puesto de Vinal a recibir al prisionero, a quien lo traían desde Guaype, cerca de Matará, donde lo habían capturado, y tomarle declaración. Estuvo tres días en Vinal sin que Borges llegara. El que arribó fue La Madrid, portador de una flamante orden de Belgrano, que le entregó Bustos. Mandaba que Borges fuera inmediatamente fusilado, tras facilitarle los auxilios espirituales.

En capilla

Llegados los hombres que traían a Borges, dispuso La Madrid que se detuvieran en una pequeña chacra de los dominicos, a dos leguas de la ciudad. Horas antes, a Paz le pareció que estando ya ordenado el fusilamiento era inútil tomar declaraciones a Borges. Regresó entonces a Santiago del Estero, para explicárselo a Bustos. Pero el depuesto Ibáñez convenció a este de que el reo debía ser interrogado para identificar a sus cómplices. Bustos ordenó entonces a Paz que volviera hasta la chacra de los dominicos, para interrogar al prisionero, quien ya debía haber llegado.

Cuando arribó a la chacra, La Madrid le dijo que iba a ejecutar de inmediato a Borges de acuerdo a la orden de Belgrano, pues se habían cumplido las dos horas de capilla que le fijó. Fray Esteban Ibarzábal le había dado los auxilios espirituales, se le había provisto de pluma y papel para redactar sus disposiciones, y ya tenían listo el sitio del fusilamiento: “bajo un frondoso algarrobo estaba atada una mala silla de cuero, que habría de servir de banquillo”, cuenta Paz.

La ejecución

Agrega que “me pareció cruel y hasta bárbaro turbar los últimos minutos de un hombre en aquella situación, con preguntas que, si las satisfacía, comprometía a sus amigos, y si las negaba, podían conturbar su conciencia”. Así, tomó la decisión de regresar a Santiago. Habría cabalgado un cuarto de legua cuando oyó la descarga que terminaba con la vida del coronel Juan Francisco Borges. Era el 1 de enero de 1817.

Tras algunas discusiones con Ibáñez, pidió Paz a Bustos que intercediera ante Belgrano para que perdonase la sentencia capital dictada también contra Goncebat, Lugones y Montenegro. La gracia se logró. Lugones fue degradado -aunque después regresaría al ejército- y los otros dos sufrieron sólo un tiempo de prisión. Comenta Bartolomé Mitre que todos “rescataron ese momento de error con distinguidos servicios posteriores”.

Error de Belgrano

A juicio de Paz, la orden de fusilar de Borges fue un grave error de Belgrano. Dictó 
“un decreto de muerte, sin juicio, sin forma alguna y sin oír al reo”. Deploraba que el general, “que tanto predicaba la obediencia y la observancia de las leyes, las violase invocándolas, sin que ninguna autoridad le hiciera cargo”. 
Mitre apunta que Belgrano
“cumplió con excesivo rigor la sentencia fulminada de antemano por el gobierno. Persuadido de que el movimiento subversivo de Santiago era en connivencia con el enemigo -que al mismo tiempo amenazaba invadir por la frontera de Salta- ordenó que en el término de dos horas fuese ejecutada. Injusta era esta suposición, pues Borges había probado ser un verdadero patriota”. Pero “los tiempos eran duros, y Belgrano era inexorable en materia de disciplina, siendo Borges un militar sujeto a su dura ley”.

El historiador Luis Alén Lascano expresa que Borges 
“cayó como un valiente precursor del federalismo santiagueño, y debe ser reverenciado por ello, pues fue el anunciador y primer caudillo de una provincianía indeclinable”.
Río Dulce  - Paraje Pitambalá, departamento San Martín. Santiago del Estero
 Pitambalá (costa del río Dulce)

Procuran despejar dudas de posibles tumbas donde descansarían los restos de los soldados de Borges.

11/09/2015 - El periplo arrancó en Villa Robles, donde el equipo periodístico de EL LIBERAL junto a la comitiva de funcionarios e investigadores se reunió en la sede del comisionado municipal a cargo de Walter Khairallah, para conocer la riqueza patrimonial del lugar.

En base a investigaciones, el docente investigador Raúl Jorge Castillo trazó la hipótesis de que los soldados muertos en los combates de Pitambalá, hacia 1816, pudieran estar enterrados en el antiquísimo cementerio de Villa Robles. 

?Por alg, la gente de antes en este lugar les prendía velitas a sus tumbas y les rezaba en el Día de Todos los Santos y Fieles Difuntos. El objetivo es que estas historias no se pierdan y podamos darle un relato científico a las transmisiones orales?, remarcó.

El comisionado Khairallah aportó que, en base a citas de autores y al relato que alguna vez hizo un viejo poblador de la localidad de Tuamilla, ?las historias de don Lastra hacían mención a que sus antepasados le comentaban sobre ?los soldaditos? que venían hasta Villa Robles y la gente les preparaban la comida, a base de anco y maíz?, evocó.

La comitiva de funcionarios comprometió a los pobladores y comisionados de las zonas aledañas, a recopilar la mayor información posible para documentar las historias de la región. 

La iniciativa para la puesta en valor de la localidad motivó la presentación de un proyecto de declaración en la Cámara de Diputados de la provincia, el cual procura instaurar el día de Villa Robles el 20 de octubre, en homenaje a la creación del Batallón de Patricios Santiagueños. 

El comisionado municipal emitió una resolución municipal para declarar el antiguo cementerio como ?lugar histórico?. Pero el ambicioso proyecto procura que se encare una investigación arqueológica, a través de un método científico adecuado para preservar el antiguo terreno del lugar.

Por eso mismo, Khairallah resaltó que ?se presentó una nota al Laboratorio de Antropólogos de la Unse, para poder abrir las tumbas y despejar dudas sobre las creencias populares que tiene la gente, sobre la posibilidad de que en cincos tumbas se encuentran los restos de soldados de Borges. La idea es documentar estos sucesos para volcarlo a la parte educativa y la provincia conozca la historia de Villa Robles?.
Cementerio de Villa Robles
En la localidad de Pitambalá, departamento San Martín, viven actualmente 14 familias pertenecientes a la ?comunidad indígena de Pitambalá?, donde perviven los vestigios de un cementerio indígena, y sobre su superficie es común toparse con fragmentos de vasijas, presumiblemente prehistóricas.
Cementerio de Villa Robles
“Aquí en el cementerio de Villa Robles, se encuentran cinco tumbas de soldados que cayeron en batallas desde la época de 1800, dice la historia que fue en el combate de Pitambalá. Los guerreros integraban el ejército de Juan Francisco Borges, quien fue fusilado en Santo Domingo, a pocos kilómetros y luego fue velado en nuestro cementerio” mencionó el Comisionado Municipal, Walter Khairallah.
El pueblo cuenta con reliquias, como una construcción que se traslada al 1700.
“Esta edificación es parte de una posta, donde descansaban los soldados, por aquí pasaba el camino real” destacó el funcionario.

CORONEL LORENZO LUGONES - UN HÉROE SANTIAGUEÑO.

El 10 de agosto de 1796 nace en Pampallasta, Santiago del Estero. Muy joven, a los 14 años de Edad, se incorporó al ejercito, al Cuerpo de Patricios Santiagueños, bajo las órdenes del Coronel Juan Francisco Borges. Combatió en las derrotas de Cotagaita y Desaguadero. 
CORONEL LORENZO LUGONES
También en la primera victoria de las armas argentinas en Suipacha, bajo las ordenes de los jefes patriotas que sucesivamente asumieron el mando del Ejército del Norte, como Francisco Ortiz de Ocampo, Antonio González Balcarce, Juan José Castelli y Juan Martín de Pueyrredón, participando del ulterior repliegue del ejército hasta la ciudad de Jujuy. Luego de la derrota de Desaguadero Pueyrredón renuncia al mando, y Manuel Belgrano es designado en la Jefatura del Ejército del Norte.
Belgrano llegó a Jujuy el 19 de mayo de 1812 para hacerse cargo. Informado de la desmoralización que en parte había invadido a los oficiales, Belgrano prefiere hablarles en privado y los recibe de pie, en su tienda: 
-“Señores, tenemos una larga campaña por delante y deseo contar con la colaboración de todos ustedes. El que no tenga bastante fortaleza de espíritu para soportar con energía los trabajos que le esperan, puede pedir su licencia.” 
Hay leves movimientos de cabeza y crispaturas de manos. A algunos de aquellos hombres el nuevo jefe ya los conoce. Belgrano escruta a todos, como si tratara de adivinar el pensamiento de cada uno. Sabe que hay jefes que pueden considerarse con más títulos que él para el mando del ejército, sobre todo las figuras destacadas, que son los coroneles Eustaquio Díaz Vélez y Juan Ramón Balcarce, ambos veteranos, y el último considerado como uno de los más expertos jefes de caballería. Pero sin embargo advierte en la oficialidad muestras de particular simpatía. Muchos de esos oficiales se harán célebres en diversos terrenos: José María Paz, Manuel Dorrego, Cornelio Zelaya, Rudecindo Alvarado, Gregorio Aráoz de La Madrid, Lorenzo Lugones. Son jóvenes entusiastas en cuyas almas arde la llama inextinguible de un patriotismo exaltado. 
“-Señores -prosigue Belgrano-, se me ha informado de cierto desasosiego en este ejército. Sin embargo, atribuyo la deserción y el desaliento de la tropa más a la clase de oficiales que a los mismos soldados, pues éstos, como cuerpos inertes, se mueven a impulso de aquellas palancas. Parece que algunos se deleitasen en decir a cuantos ven, que apenas habrá 200 fusiles en el ejército. Esto que habrían de reservarse lo propalan, y sin conseguir remedio sólo se causa desaliento entre estos habitantes que parecen de nieve respecto a esta empresa.”
De camino a Jujuy, y sin conocer aún la carta por la que se lo reprendía, Belgrano decidió festejar la fecha patria del 25 de mayo bendiciendo la bandera celeste y blanca. El coronel Lorenzo Lugones, testigo del episodio, cuenta que a orillas del río Pasaje (hoy Juramento) el general hizo formar a su ejército e hizo ratificar el juramento prestado meses antes en las Barrancas del Paraná. Así lo relata: 
“" Llegamos al río Pasaje, punto de reunión para el ejército; aquí se recuerda un acto solemne digno de la historia. Habiendo el ejército formado en parada conforme a la orden general, se presentó en el cuadro Belgrano con una bandera blanca y celeste en la mano que colocó con mucha circunspección y reverencia en un altar situado en medio del cuadro; proclamó enérgica y alusivamente y concluyó diciendo:"Este será el color de la nueva divisa con que marcharán a la lid los nuevos campeones de la Patria".¡Oh Bandera de mi patria guerrera! ¡Signo precioso de la libertad, inmortal divisa de la noble igualdad; yo también en ese día, acaso el más joven de los guerreros de este tiempo, en medio de todo un ejército que desfilaba por delante de ti, a tus pies, juré por la Patria, en cien batallas vencer o morir!
El ejército ratificó su juramento besando una cruz que formaba la espada de Belgrano, tendida horizontalmente sobre el asta de la bandera: con este ceremonial concluyó el acto y el ejército quedo dispuesto para la primera señal de partida.
A distancia de cien pasos del río, sobre la ribera que gira al oeste, a la altura de un notable barranco, había un árbol que, por su magnitud, se distinguía sobre todos los de sus cercanías; limpiando una parte de su corteza, hacia media altura de un hombre, en medio de un círculo de palma y laurel, dibujado en el tronco de un árbol se grabó una inscripción que decía: Río Juramento, y méas bajo, la siguiente estrofa:
Triunfareís de los tiranos
y a la patria dareís gloria,

si, fieles americanos,

juraís obtener victoria.

Esta versión pertenece a la obra "Recuerdos Históricos" del coronel Lorenzo Lugones, testigo del episodio.

El 24 de agosto entraba la vanguardia realista en Jujuy. El general Manuel Belgrano encabezó la ordenada retirada, gesta conocida como el "Éxodo Jujeño". Jujuy soportó once invasiones realistas. Lorenzo Lugones participó de la victoria de Tucumán librada el 24 de Septiembre de 1812, que significó para la Revolución, un tiempo de regocijo y de renovada esperanza Por fin el 20 de febrero de 1813, se produjo la batalla de Salta que selló la suerte del ejercito realista. El 20 de febrero de 1813, tras el triunfo argentino en la Batalla de Salta, el santiagueño Lorenzo Lugones es nombrado Alférez de Compañía, por su destacada actuación en combate.
Participó en otras acciones durante la Guerra de la Independencia, sirviendo a las órdenes de los generales González Balcarce, Rondeau, Aráoz de La Madrid y Belgrano. En 1829, fue Jefe del Estado Mayor del General José M. Paz en la sangrienta Batalla de La Tablada. Perseguido por los federales, se radicó en Bolivia. Allí para atender a su sustento, fue panadero. Caído Juan M. Rosas, volvió al país en 1854, estableciéndose en Tucumán. El Gobierno le otorgó los despachos de Coronel el 29-05-1856. Falleció el 20 de enero de 1868 en la pobreza.
En su honor hay calles con su nombre, así como plazas. También la escuela de cadetes de la Policía de Santiago el Estero se denomina Coronel Lorenzo Lugones. El COMANDO DE REMONTA Y VETERINARIA del Ejercito también se llama “Coronel Lorenzo Lugones”.
Funcionarios reconocen zona histórica a la vera izquierda del río Dulce para su puesta en valor
En este lugar se hicieron las batallas?, relataban los antiguos pobladores de la localidad de Pitambalá (departamento San Martín), en lo que otrora fue el ?aguantadero? del ejército militar de Juan Francisco Borges, compuesto por gauchos, negros y paisanos santiagueños, reducto del que hoy sólo quedan vestigios de un cementerio indígena, recubierto por un extenso monte tupido y atravesado por sinuosos caminos desdibujados por los barrancos que deja el paso del río Dulce.

“HUBO UNA CONSPIRACIÓN PARA HACER DESAPARECER A BORGES DE LA HISTORIA”.

A hipótesis de una traición es muy válida, dice Marcelo Ahumada en diálogo con el Suplemento Cultura. Para fundamentar esta postura asegura existirían al menos dos documentos. En uno -el del 20 de septiembre de 1816- Juan Felipe Ibarra, denuncia a Borges ante Belgrano, asegurando que abrigaba planes de levantamiento. 
Por Ariel Sequeira - CULTURA - 11/12/2016
Entrevista. Marcelo Ahumada en diálogo con el Suplemento Cultura.
Pitambalá es la derrota de las tempranas aspiraciones autonomistas santiagueñas. Lleva al paredón a Juan Francisco Borges, precursor de estas acciones que, sin embargo, habría sido prolijamente borrado de los archivos. La orden de su primo, Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano y González, perseguía un solo fin: eliminar a Borges del mapa político de una Argentina en ciernes. 
“Tanto la revolución, la independencia, como la autonomía en Santiago del Estero, son fenómenos populares gracias a Borges. De no ser por el precursor de la Autonomía, habría sido como en Salta y Tucumán, que fueron fenómenos de elite”.
definió Marcelo Ahumada en diálogo con el Suplemento Cultura de Nuevo Diario, a poco de conmemorar 200 años de la batalla que hoy pocos recuerdan y conocen en sus alcances y consecuencias.

Pacificación

A solo unos meses de la declaración de la independencia en Tucumán estaba claro que la emancipación corría un grave riesgo de quedar en mera especulación romántica o declaración lírica. Existía a la sazón el riesgo de que los líderes provinciales se levanten en armas. Los ejemplos no eran menores: José Javier Díaz en Córdoba y Bernabé Aráoz en Tucumán se levantaron en 1815; en 1816 hacía lo propio José Caparroz en La Rioja y Pedro Pablo Bulnes en Córdoba; solo unos días después haría lo mismo Juan Francisco Borges.

No obstante, en los levantamientos del año 15, el propio Borges participa haciendo lo propio para luego buscar refugio en Salta. Para agosto del año siguiente regresa a Santiago del Estero, cargado de las ideas de Güemes. Es indudable que Borges entendía perfectamente, que la independencia declarada ese año, necesitaba consolidarse y que para ello era necesaria la pacificación, para que se materialice y tome cuerpo. Queda claro que las consecuencias de sus acciones no le eran ajenas. Esa pacificación alentada debía enmarcar incluso empresas tan grandes como el cruce de los Andes.

Aún así se levanta en armas en ese momento crítico de la historia. “Cuando recluta a sus hombres, en realidad aspira a una solución a los Güemes, para liberar a Santiago de Tucumán”, señaló Ahumada.

Para Borges esa dependencia era inaceptable. “Sin embargo el resto de la sociedad miraba con extraña pasividad esa situación”.
En Pitamblá es derrotado con ribetes de tragedia. Gregorio Aráoz de Lamadrid comisionado para pacificar a los sediciosos, es comparable al coronel Aureliano Buendía de Gabriel García Márquez, por todas las batallas perdidas en su derrotero militar, con la paradójica excepción del combate contra los santiagueño en la margen izquierda del río Dulce.

Coraje

Ante esos hechos Belgrano intuye una peligrosa ilación, “quizás sesgada de artiguismo” en el caso de Borges, aunque en realidad hoy se sabe que el santiagueño era más a fin al caudillo salteño Martín Miguel de Güemes. El fusilamiento de Borges tal vez fue pergeñado para ofrecer un ejemplo. Mientras los otros lideres “autonomistas” lograron salvarse contando con protectores, no fue igual para Borges, quien aún a sabiendas de que estaba solo, se jugó por sus ideales; “su coraje es digno de admiración, como así también su franqueza; es el único político santiagueño del Siglo XIX abiertamente sincero y genuinamente humano”.

Orden

El objetivo era eliminar a Borges del mapa político de una Argentina en ciernes. La orden fue de su propio primo Manuel Belgrano. El creador de la bandera confundió las ansias autonomistas, con independentistas; “pero Belgrano teme que Santiago, más Salta y posiblemente Córdoba, interfieran en la consolidación de la Independencia. Una vez más queda claro que la orden directa del fusilamiento del precursor de la Autonomía es exclusivamente de Belgrano. “Estaba preacordado que cualquiera que se levantara, debía morir”.

Tras la batalla de Pitambalá, Borges busca refugio en Guaype —hacia el sur— . Está solo, pero además es indudable que es traicionado. Lamadrid llega al asiento de las tropas santiagueñas en medio de la noche como si conociera de antemano el lugar. “Recorrer aquellos caminos de hace dos siglos y alcanzar a los sediciosos, no hubiera sido posible sin algún auxilio solapado. Igualmente en su escape hacia el sur, sin saberlo se encamina hacia una emboscada. La hipótesis de una traición es muy válida”.

Para fundamentar esta postura existirían al menos dos documentos. En uno —del 20 de septiembre de 1816—, Juan Felipe Ibarra, denuncia a Borges ante Belgrano, asegurando que abriga planes de levantamiento.

Túpac Amaru

“Las acciones llevadas adelante por Borges son casi suicidas, en un momento difícil de la nación; sin lugar a dudas fueron acciones desbordadas de valentía y coraje”. Es muy probable que jamás haya terminado de conquistar el corazón de la elite que lo cuestionaba por sus ideas, aun cuando él mismo pertenecía a esa elite. Lo que sí estaba claro era su acercamiento hacia el bajo pueblo. “Los primeros Patricios Santiagueños creados por él en 1810, eran indios”, dijo. Cabe la pregunta por qué indios, negros y el bajo pueblo criollo, se sumarían a la empresa autonomista. “Indudablemente estaba fresca aún la presencia del levantamiento de Túpac Amaru, acaecido apenas 36 años antes. Todo esto habría sido transmitido en aymara y quichua, operando como una cápsula del tiempo”.

En la actualidad aún se pueden rastrear los datos históricos de dicho levantamiento, en los relatos en quichua de los collas de Salta y de Jujuy.

Desaparecidos

Junto a la doctora María Cecilia Rossi, miembro de la Academia Nacional de Historia correspondiente por Santiago del Estero, Marcelo Ahumada llevó a cabo la tarea de revisar los papeles en distintos archivos sobre Juan Francisco Borges, que lamentablemente habrían desaparecido. El hecho fue inicialmente denunciado por Pablo Lascano a fines del Siglo XIX. Se trata de papeles que darían cuenta sobre la intervención de Borges en diferentes aspectos de la vida social argentina. El saqueo se habría operado en el archivo provincial y en el general de la nación. Esta tarea de difusión (debates y conferencias) se habría desarrollado durante varios meses del año que termina, mediante charlas públicas, “enriquecidoras”.

El inmenso rol que ocupa Borges y la importante cantidad de anécdotas e historias tanto en su provincia como en Buenos Aires, parecen haber confluido en la desaparición de documentos y material que testimoniaría aspectos hoy desconocidos, por obra y gracia (o desgracia) de estas pérdidas. “Lo llamativo es que desapareció todo sobre él y no sobre otros”, dijo. Para Ahumada se trataría quizás de una conspiración para hacer desaparecer a Borges de la historia de la Autonomía. “La revolución, la independencia y la autonomía son fenómenos populares gracias a Borges”, aseguró.

Para Ibarra, el precursor de la Autonomía asomaba como un competidor importante, dado que ambos se habrían disputado la misma clientela política, el pueblo llano. De todas maneras esta supresión de los archivos podría ser considerada una tarea minuciosa de los enrolados en el ibarristas.

Cuando el mencionado Pablo Lascano habría intentado documentarse sobre Borges, allí se advirtieron huecos ocasionados por esa sustracción de papeles, que indudablemente podría ser calificada de sistemática por lo recurrente. “Con estos documentos se perdieron muchas evidencias directas. No obstante se encontraron otras indirectas en archivos de Tucumán, Salta, Santa Fe y Córdoba”, amén de otros que no fueron aludidos para prevenir futuras pérdidas, según dijo Ahumada.

Debe quedar en claro que esos papeles sobre la vida del prócer, estarían directamente ligados a sucesos trascendentes de la historia provincial. “La historia del Siglo XVIII está muy mal redactada y cercenada para acomodarla a determinados fines”. Develado este hecho será más sencillo entender cómo se construyó la historia santiagueña o parte de ella.

Ciclo

Estos hechos fueron expuestos durante la serie de conferencias denominadas: Ciclo de conversaciones por el bicentenario del segundo levantamiento de Borges y de la Independencia nacional, que se extendieron desde mayo hasta julio de 2016.

“Entre la Revolución de Mayo y la Independencia los sucesos son abrumadores. Durante ese período existen hechos de la historia santiagueña que se vuelven inentendibles. Si se borra una memoria en particular, esos sucesos se vuelven una especie de abstracción o de un cuento mal contado”, apuntó.

Borges arriesgó todo en su lucha autonomista, patrimonio, familia. La muerte del precursor sume en la locura a su esposa y su hijo queda al cuidado de Felipe Ferrando, su cuñado; estamos hablando de quien a la postre se convertiría en el primer gobernador constitucional de la provincia (en 1856).

Indulto

Hoy se sabe, casi con certeza, que un aludido indulto tardío jamás llegó para frenar el fusilamiento. Por Juan Francisco Borges hijo, se conoce que si bien hubo un indulto, habría sido nada más que una cuestión protocolar para salvar la memoria ilustre de Belgrano. Esta afirmación se basa en una carta del 3 de enero de 1817 que el propio creador de la bandera le remite a Güemes, ratificando la pena capital con estas palabras: “Se ha cumplido con la ley”.

Y si esto no bastara, en febrero de ese mismo año, los santiagueños que colaboraron con el fusilamiento, fueron condecorados.
Hasta acá es evidente que solo Borges parece haber sobrado en los registros de la historial provincial, baste como ejemplo que un personaje como Juan Felipe Ibarra, “aún denostado, siempre estuvo presente en los registros”. De igual manera, aunque se hayan desaparecido abundantes documentos, “Borges es como el sol, siempre está”.

Debe quedar en claro que la muerte del prócer se ejecuta sin juicio previo. “Quienes entienden en semiótica nos dirán que este hecho es indeleble. Por más esfuerzo que empeñen en borrar papeles o destruir archivos”, destacó.

Ibarra y Borges, por ser opuestos de alguna manera se parecen. Algunos arriesgarían que de no haber muerte en Santo Domingo el precursor, la historia quizás lo hubiese recogido como un desvelado o romántico de la política, no más. En esa línea se especula que la elite que pretendió suprimir su memoria de los documentos, habría ganado más dejándolo actuar. “Cuántas Pitambalá más hubiese resistido Borges”, la pregunta parece extrema y revela más de nuestra esencia política y social que de su personalidad.
Concluye Ahumada: 
“Al transformarlo en un mártir, edifican un ícono. Al borrar sus papeles de los archivos, lo convierten en un fenómeno misterioso y sumamente atractivo para investigar. Así revierten el fenómeno que querían causar. Se les vuelve en contra”.
Sin embargo, con Borges se perdió la posibilidad de que la Autonomía santiagueña hubiese tenido un cariz republicano y que dicho cariz fuertemente federal, al estilo de Güemes, hubiese sentado un hito en la historia argentina. Lo que quedó por el contrario fue, podría decirse, una autonomía autoritaria en manos de Juan Felipe Ibarra.
Río Dulce  - Paraje Pitambalá, departamento San Martín. Santiago del Estero
Fuente:
http://bibliotecajwa.com.ar/santiago/doku.php/borges-juan-francisco
https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Francisco_Borges
https://es.wikipedia.org/wiki/Sublevaci%C3%B3n_de_Borges
http://www.revisionistas.com.ar/?p=8201
http://www.nuevodiarioweb.com.ar/noticias/2016/06/24/32510-en-homenaje-a-juan-f-borges-colocan-un-mojon-en-pitambala
http://www.santiagodiversidad.com/blog/borges-en-el-ano-del-bicentenario-de-la-independencia.htm
http://www.elliberal.com.ar/noticia/208541/procuran-despejar-dudas-posibles-tumbas-donde-descansarian-restos-soldados-borges
http://www.diariopanorama.com/noticia/239416/villa-robles-pueblo-rico-historia
https://rodolfoparbst.blogspot.com.ar/2015/01/coronel-lorenzo-lugones-un-heroe.html
http://www.lagaceta.com.ar/nota/711924/sociedad/ejecucion-santiagueno-borges.html
http://www.nuevodiarioweb.com.ar/noticias/2016/12/11/63614-

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