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"Soy un hombre de armas, un soldado, scout. Paradójicamente, al único de mi especie que admiro, empuñó solamente la palabra, su técnica fue la humildad, su táctica la paciencia y la estrategia que le dio su mayor victoria fue dejarse clavar en una cruz por aquellos que amaba".

Desde La Trinchera Del Buen Combate en Argentina. Un Abrazo en Dios y La Patria.

3 de junio de 2019

JURA DE LA BANDERA ARGENTINA - JUJUY, 25 de Mayo de 1812.

«UN JURAMENTO ES SIEMPRE UN ACTO SOLEMNE. UN HOMBRE VALE POR EL CUMPLIMIENTO DE SU PALABRA EMPEÑADA. QUIEN NO CUMPLE UN JURAMENTO ES UN PERJURO Y CUANDO EL JURAMENTO, ES A LA PATRIA, ES UN INFAME, ES UN CRIMINAL, ES UN TRAIDOR. 
EL JURAMENTO A LA BANDERA NO ES UN COMPROMISO POR UN CIERTO TIEMPO: SE EXTINGUE SOLAMENTE CON LA VIDA». Tte Gral Carlos M. von der Becke – Ejército Argentino (1890-1965).
EXISTEN VARIAS HISTORIAS COMO MITOS QUE GIRAN ALREDEDOR DE CIERTAS CREENCIAS, EVENTOS O FESTIVIDADES, PERO EXISTE UNA DIFERENCIA ENTRE MITO E HISTORIA.
MITO
El mito no puede ser corroborado, al menos en la mayoría de los casos. Aunque la historia de una nación, como de sus sucesos, pueda ser contada de diferentes formas, dependiendo de la mirada o el punto de vista de cada historiador, siempre será una sola y será comprobable.
La historia de la jura de la bandera como de su creación es también una sola, pero son muchos los estudiosos que suelen agregar matices a la misma, muchas veces con el fin de enriquecerla, y otras veces sólo para distorsionarla.
CREACIÓN DE LA BANDERA ARGENTINA
Antes de hablar de la jura de la bandera debemos referirnos, al menos en pocas líneas a su creación; la misma tuvo origen de la mano de Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano y González, hasta que éste la enarboló por primera vez, los colores de los ejércitos patriotas eran el rojo y el amarillo, es decir el de los españoles.

Manuel Belgrano
Manuel Belgrano.JPG
Belgrano durante su estadía en Londres

4.º General en Jefe del Ejército del Norte
PredecesorJuan Martín de Pueyrredón
SucesorJosé de San Martín

8.º General en Jefe del Ejército del Norte
7 de agosto de 1816-11 de diciembre de 1819
PredecesorJosé Rondeau
SucesorFrancisco Fernández de la Cruz

Seal of the Argentine Army.svg
Jefe del Regimiento de Patricios
1811-1814
PredecesorCornelio Saavedra
SucesorGregorio Perdriel

Información personal

Nombre de nacimiento
Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano y González

Nacimiento
3 de junio de 1770
Buenos AiresBandera del Imperio español Imperio español (actual Flag of Argentina.svg Argentina)

Fallecimiento
20 de junio de 1820 (50 años)
Buenos AiresBandera de Argentina Provincias Unidas del Río de la Plata
(actual Flag of Argentina.svg Argentina)

Lugar de sepultura
Convento de Santo Domingo (Buenos Aires) Ver y modificar los datos en Wikidata

Nacionalidad
argentina

Religión
Católico

Partido político
Carlotismo Ver y modificar los datos en Wikidata
Familia

Padres
Domenico Belgrano Peri
María Josefa González Casero

Cónyuge
María Josefa Ezcurra


Educación

Alma máter
Universidad de ValladolidFlag of Spain.svg España
Información profesional

Ocupación
abogadoperiodistapolítico, diplomático, economista y militar

Rama militar
Ejército

Rango
General
Firma

Firma Manuel Belgrano.svg
Grabado monocromo reproducido en el libro “El alma argentina” de Rafael Fragueiro, editorial “Estrada”, Bs. Aires, 1903; se observa una firma que correspondería a Fortuny.
ORIGEN DEL COLOR DE LA BANDERA
El origen del color de la bandera de esta nación tienen varias historias, algunos aseguran que es religioso ya que eran los colores de los mantos de la Virgen María; mientras que otros dicen que la inspiración de la elección de éstos se basó en los colores del cielo.
Cosme Maciel junto al coronel Belgrano izan por primera la bandera nacional argentina. Bajo relieve ejecutado en bronce por Eduardo Barnes (1956/ 1957)
existente en el Monumento Nacional a la Bandera (Rosario – Argentina)
Foto tomada de “Iconografía Belgraniana” de Nancy Sobrero
Más allá de su origen, el celeste y blanco pasó a ser adoptado por los porteños rápidamente; Juan Martín de Pueyrredón y O'Dogan y sus hombres ya mostraban orgullosos cintas de ese color durante las Invasiones Inglesas.
Juan Martín de Pueyrredón
Juan Martin de Pueyrredon.jpg

6.° Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata
9 de julio de 1816-9 de junio de 1819

Predecesor
Antonio González Balcarce

Sucesor
José Rondeau

Información personal

Nacimiento
18 de diciembre de 1777
Buenos AiresBandera de España Virreinato del Río de la Plata

Fallecimiento
13 de marzo de 1850 (72 años)
Buenos AiresFlag of Argentina.svg Argentina

Lugar de sepultura
Cementerio de la Recoleta Ver y modificar los datos en Wikidata

Nacionalidad
Argentina Ver y modificar los datos en Wikidata

Religión
Católica
Familia

Educación

Información profesional

Ocupación
Militar

Este vitral corona la cancel que cierra el atrio de la iglesia Catedral de Rosario, fue diseñado por el artista Francisco Stella; lo ejecutaron y montó la firma “Vilella y Thomas” de Bs. Aires para la remodelación del templo que finalizó en 1927.
ENARBOLACIÓN Y JURA - 27 de Febrero de 1812
Manuel Belgrano enarboló por primera vez la bandera nacional en Rosario el 27 de Febrero de 1812. La tradición oral de la zona nos informa que la insignia habría sido confeccionada por doña María Catalina Echevarría de Vidal e izada por Cosme MacielManuel Belgrano, en una nota, aseguró que existía una necesidad imperiosa de llevar la bandera y por eso la había mandado a hacer.
La composición corresponde al artista español Eugenio Álvarez Dumont (Túnez, 1864 – Bs. Aires, 1927), especializado en temas militares y costumbristas. Entre los años 1985 y 1987 se emitió un como reverso del billete de 10.000 pesos argentinos (donde la escena está invertida en espejo con su original); en el anverso aparece un busto de Belgrano. La autora del grabado usado en 1985 es Adelma Cabrera, de la “Casa de Moneda”.
La imagen se ha difundido a color o en blanco y negro en múltiples representaciones; posiblemente sea la más reproducida de todas las que pretende representar al primer izamiento de la Bandera argentina..
🔺Cosme Maciel (Santa Fe, Virreinato del Río de la Plata, 1º de noviembre de 1784 - Buenos Aires, Confederación Argentina, 1850) era un marino mercante, constructor naval y político argentino que adhirió a la Revolución de Mayo y tuvo destacada actuación en los primeros años de la autonomía federal de la provincia de Santa Fe.
Actualmente en su honor una antigua ínsula fluvial, ya desaparecida como tal por intubación del arroyo que también lleva su nombre, fue convertida en un barrio bonaerense del partido de Avellaneda que se llama Isla Maciel, por ser Cosme su primer poblador.
Cosme Maciel
🔺María Catalina Echevarría de Vidal. Esta ilustre mujer confeccionó la bandera enarbolada por el General Manuel Belgrano, el 27 de febrero de 1812.
Nació en Rosario, el 1º de Abril de 1782, siendo sus padres Tomasa de Acevedo y Fermín de Echevarría, su hermano Vicente Anastacio y su esposo Juan Manuel Vidal.
María Catalina Echevarría, queda huérfana a muy temprana edad y es adoptada por Don Pedro Tuella y su familia, quienes la educan como si fuese su propia hija.
En Septiembre de 1810, contrae matrimonio con Juan Manuel Vidal, y en agradecimiento a sus padres adoptivos, decide residir con su marido en la casa contigua, con el fin de prestarles los cuidados necesarios en el momento que lo requiriesen.
Una relación de amistad nacida durante la expedición al Paraguay, une a Vicente Anastacio – hermano de María Catalina –con el General Manuel Belgrano.
Por este motivo, Belgrano, al llegar a la “Villa del Rosario” para hacerse cargo del ejército, se hospeda en su casa.
Cosme Maciel junto al coronel Belgrano izan por primera la bandera nacional argentina. Bajo relieve ejecutado en bronce por Eduardo Barnes (1956/ 1957)
existente en el Monumento Nacional a la Bandera (Rosario – Argentina)
Foto tomada de “Iconografía Belgraniana” de Nancy Sobrero
Desde dicha residencia se podía observar muy bien las tareas de fortificación que se estaban realizando en la barranca e isla fronteriza.
El Gral. Belgrano, que deseaba finalizar la obra con una ceremonia patriótica, le encarga a María Catalina la confección de una bandera. Ella toma materiales de la tienda de los Tuella y la confecciona…”Se cree que la bandera que realiza estaba compuesta por dos franjas, una blanca y otra celeste sin otro aditamento”… Naciendo así la primera Bandera Patria.
María Catalina Echevarría de Vidal, se traslada luego al pago de San Lorenzo, donde en una casa que poseía en esta ciudad, lo que hoy es Avenida San Martín Nº 1482, entre la calle Belgrano y Bv. Urquiza, cercana al histórico Convento de San Carlos, fallece el 18 de julio de 1866, siendo depositados sus restos en este lugar.
María Catalina Echevarría de Vidal
SOBRE LOS COLORES DE LA BANDERA
Sobre los colores, la nota sólo decía que éste había tomado como referencia los colores de la escarapela que se utilizaban en aquella época, pero este dato hasta el día de hoy no pudo ser comprobado. 
Imagen. Un vitraux en la Catedral rosarina recuerda la primera jura. A la derecha se ve a María Catalina.
El 23 de Agosto de 1812, en la torre del templo de San Nicolás, se iza la bandera de la patria por primera vez en Buenos Aires, acercándonos cada vez más a la jura de la bandera, el Congreso de Tucumán sanciona el decreto de legalizar esta enseña y su uso. 
Nueve días después se declara la Independencia, este suceso llevó a los criollos a utilizar la bandera oficialmente en cuya defensa ya habían perecido cientos de argentinos. El 18 de Julio de 1816, el diputado de Buenos aires, Juan José Paso, pidió la jura de la bandera nacional, dos días más tarde se aceptó el pedido y se resolvió por decreto que la bandera sería azul celeste y blanco.
San Nicolás es uno de los barrios de Buenos Aires delimitado por las calles Av. Córdoba, Av. Eduardo Madero, La Rábida Norte, Av. Rivadavia y Av. Callao. Su nombre se debe a la Iglesia de San Nicolás de Bari que funcionó hasta 1930, lugar donde hoy se encuentra el Obelisco, el cual la recuerda en su cara norte.
LA JURA DE LA BANDERA SE TOMA POR MUCHOS COMO UNA BENDICIÓN HACIA LA MISMA.
Este suceso tuvo lugar el 25 de Mayo de 1812 en Jujuy; se dice que más que jurar lealtad a la bandera se bendijo para que proteja a los soldados del ejército. Manuel Belgrano, hizo formar a su hombres, enarboló la bandera y mirándolos les dijo 
“Hasta este punto hemos tenido la gloria de vestir los símbolos nacionales que nuestro Gobierno ha designado; para defenderlo, nuestras armas aumentarán las suyas, juremos vencer a nuestros enemigos, exteriores e interiores; haciendo de América del sur el templo de la Independencia, de la libertad y de la unión. En fe de que así suceda, juradlo y decid conmigo “viva la patria”. 
25 de Mayo de 1812, Belgrano iza por primera vez la bandera nacional, y se produce la primera jura. Un 27 de febrero, el General Manuel Belgrano enarbolaba por primera vez la bandera que él mismo había diseñado en base a los colores de la escarapela nacional, y juro
Una vez concluido el discurso de Manuel Belgrano se dio por terminada la jura de la bandera patria, la misma que hoy se realiza en cada colegio de esta nación. Este evento ha marcado profundamente el alma de los argentinos, no todos los países llevaban a cabo este procedimiento de lealtad y fidelidad hacia su patria, es por esto, que hasta el día de hoy, se conoce a los argentinos como fervientes amantes y defensores de su nación.
JURA DE LA BANDERA EN LAS ESCUELAS
¿POR QUÉ SE JURA LA BANDERA?
La primera vez que se juró la bandera fue el 25 de mayo de 1812 en jujuy, aunque muchos coinciden en que ese día más que una jura fue una bendición para que protegiera a los soldados del ejército. 
Hoy en día se sigue la tradición de la promesa, que se realiza en todos los colegios del país cuando los chicos cursan 4to grado. Generalmente es un momento muy emotivo porque refleja el amor, lealtad y fidelidad a la patria y el respeto a la bandera. 
Reverso del billete de diez pesos emitido a partir del año 2016, donde se sobrepone la imagen de la coronela Juana Azurduy.
Es una demostración de amor a nuestra enseña patria, un tributo a la memoria de quienes nos antecedieron en la vida y construyeron nuestro país, es una muestra de adhesión a los valores que inspiran nuestra nacionalidad.la directora o director leen el discurso de manuel belgrano y los alumnos responden: "sí, prometo" 
Bandera de Guerra. Subteniente de Artillería Carlos Alberto Santostefano 
(Año 1982)
“ese acto, con el que se pretende que los niños asuman un compromiso, implica la idea de inclusión dentro de la sociedad y, en realidad, esa promesa encierra un conglomerado de valores de la argentinidad, con sus propios compañeros, sus padres y el resto de las personas”, reivindicó carrillo bascary, historiador rosarino. 
Obra del eximio dibujante rosarino Esteban Tolj.
Según carrillo -presidente del instituto belgraniano de rosario y autor del libro “la bandera nacional de la libertad civil, su historia, un pueblo”-, “no hay una fecha precisa, pero estos actos de promesa a la bandera, es una inveterada costumbre que arranca a finales del siglo 19 y deviene de tradiciones de otros países”.
MACIEL COSME (1784-1863)
En 1812,el propio Cosme Maciel haría las siguientes declaraciones al Gral. Nazar: "Me hallaba accidentalmente en la Villa del Rosario y entusiasta como todos los jóvenes de mi tiempo por la causa de la patria, ayudé al Gral. Belgrano a levantar la batería sobre la barranca, tras la actual iglesia. 
Que grata sorpresa tuve cuando el día de su inauguración, acabado de plantar el mástil, formada ya la tropa sobre la batería me dijo el coronel Belgrano: 
"Vea si está corriendo la cuerda que até bien la bandera para elevarla bien alta, como deben mantenerla siempre".
"Fue para mí lo inesperado de tan grata sorpresa, que repitiendo el hecho en todas partes, al verme pasar me apodaban en los fogones de los campamentos: "Ahí viene la bandera de Belgrano".
Composición elaborada por Leandro Sesarego para la revista infantil “Antojito”; junio de 1985. En realidad se trata de un montaje que abarca diversos momentos de la vida de Belgrano, destacando como tema central la creación de la Bandera.
Augusto Fernández Díaz ha refutado la afirmación formulada por Cosme Maciel. 
Reverso del billete de 10.000 pesos argentinos emitido entre 1985 y 1987
Sostiene ser inaceptable lo accidental del motivo de su presencia en Rosario en circunstancia de izarse la bandera nacional por primera vez, por el carácter que investía - era regidor del Cabildo de Santa Fe- y la razón alegada par explicar su intervención en esa ceremonia, tampoco es aceptable. 
"Trabajaban entonces en ambas baterías 234 soldados de las compañías de Voluntarios de la Patria y Urbanos, y de esta suerte la cooperación material de un regidor de Santa Fe, con una misión muy distinta, resultaría ser un hecho ilógico: de todo punto de vista improbable..."
“Juramento de la Bandera a orillas del Río Paraná”
Acuarela de Guillermo da Re (ca. 1900)
Existente en el Museo Histórico Provincial “Dr. Jorge Marc” de Rosario
Oriundo de Santa Fe, nació el 1° de noviembre de 1784. Hijo del alcalde de la ciudad y de su tercera esposa doña María López Pintado. Después de adquirir una relativa instrucción se dedicó a tareas de cabotaje, donde evidenció una gran destreza en armado de embarcaciones y en una sumaca de su propiedad realizó viajes comerciales entre Santa Fe, La Bajada y Buenos Aires. No llegó a alistarse en la expedición al Paraguay con Belgrano por razones familiares y comerciales.
Cosme Maciel junto al coronel Belgrano izan por primera la bandera nacional argentina. Bajo relieve ejecutado en bronce por Eduardo Barnes (1956/ 1957)
existente en el Monumento Nacional a la Bandera (Rosario – Argentina)
Foto tomada de “Iconografía Belgraniana” de Nancy Sobrero
En enero de 1812 ya se encontraba Maciel con su embarcación en la Capilla del Rosario y pronto prestó su colaboración al coronel de ingenieros Angel Monasterio proveyendo la madera necesaria transportada por su sumaca desde las islas a la costa. 
Nombre: “Juramento de la Bandera a orillas del Río Paraná”
A la llegada de Belgrano y del comandante Celedonio Escalada, fue recomendado tan eficazmente por Monasterio, que al tomar el mando del cuerpo de cívicos que se había formado, Escalada lo nombró su ayudante principal.Al inaugurarse la "Batería Libertad" Belgrano lo discernió como vecino destacado, el honor de enarbolar la primera bandera argentina.
Revista “Caras y Caretas” a comienzos del siglo XX.
25 de mayo de 1812
Al frente del Ejército del Norte, el entonces General en jefe M. Belgrano movilizó sus tropas hacia Humahuaca. En San Salvador de Jujuy, enarboló al ejército de su mando la bandera en los balcones del Ayuntamiento, en vez del estandarte real de costumbre que presidía las festividades públicas. Allí, la bandera argentina fue bendecida por primera vez.
Publicada en el “Álbum histórico, militar, naval de la República Argentina” (Editado por “Biblioteca Americana”, Bs. Aires; 1929)
Referencias fácticas
Síntesis crítica o ampliatoria
En 1812 Rosario era cabecera del “Pago de los Arroyos” y dependía políticamente del Cabildo de Santa Fe, que a su vez era parte de la gobernación de Bs. Aires; virreinato del Río de la Plata
Se trataba de un pequeño poblado de pocas manzanas de extensión. Contaba con unos 600 habitantes. La autoridad local era un “alcalde de hermandad”, nombrado por el cabildo santafesino
Se lo conocía con los nombres de “Capilla del Rosario” o “Capilla de Nuestra Señora del Rosario” por haberse formado en derredor de la misma. Usualmente se hablaba “del Rosario”
Con los años pasó a conocerse como “Rosario de Santa Fe” y, ya avanzado el siglo XX, tomó el nombre de “Rosario”
Rosario no era ciudad, ni siquiera una “villa. Apenas un núcleo poblado ( 3) en derredor de una modesta capilla; nudo vial del Camino Real y centro de intercambio de un extenso entorno rural
Recién sería jerarquizada como “villa” en 1823. Se la reconoció como “ciudad” en 1852. Hoy es la tercera del país y cuenta con un millón de habitantes, aproximadamente; con un alto PBI relativo; centro de servicios y polo agro exportador
Desde mediados de 1811 los navíos realistas depredaban las costa del río Paraná buscando vituallas para asistir a la guarnición de Montevideo, sitiada por los patriotas
La ubicación de Rosario resultaba estratégica para cerrar la navegación río arriba a las flotillas realistas; pero por lo demás tenía un rol absolutamente marginal para la realidad económica y social de la época
Belgrano vino a Rosario con la misión ostensible de terminar de construir y de hacer operativas dos baterías de costas con neto propósito defensivo
También se quiso sacar a los ex “Patricios” de la ciudad de Bs. Aires para disciplinarlos por su participación en el “Motín de las Trenzas” (noviembre de 1811)
Belgrano no tuvo por misión crear una bandera en este sitio
Fue una decisión espontánea y propia del prócer
Fue también Belgrano quién dispuso el nombre de las baterías (“Libertad” e “Independencia”)
Para estas nominaciones no contó con el permiso previo del Triunvirato
La designación de las baterías era de carácter claramente revolucionario
Por su parte el Triunvirato mantenía la ficción de que gobernaba en nombre de Fernando VII, por entonces prisionero de Napoleón y no hacía manifestación alguna sobre una eventual independencia
La creación de la Bandera también fue un acto revolucionario
Implicó, nada menos, que reemplazar el pabellón del Soberano español, lo que sustenta el calificativo
Belgrano partió desde Bs. Aires el 24 de enero de 1812           
Las altas temperaturas y la falta de acostumbramiento de la tropa a la marcha hicieron muy penoso el trayecto
Llegó a Rosario el 7 de febrero de 1812
No lo hizo el 9 de febrero, como consta en muchas publicaciones
Belgrano tenía el grado de coronel
No era general. Había desempeñado el generalato cuando condujo el ejército que sitiaba Montevideo, pero este cargo duró mientras ocupó esa jefatura. Belgrano nunca fue “degradado”, como a veces se afirma
Comandaba el Regimiento de Infantería 5 (ex “Patricios) que había actuado brillantemente en la Defensa de Bs. Aires (1807)
Los “Patricios” habían perdido su nombre y número de regimiento como castigo por el “Motín de las Trenzas” que protagonizaron en noviembre de 1811
No se sabe con precisión cuántos efectivos trajo Belgrano a Rosario. No se han conservado registros documentados
Se especula que su número pudo estar entre los 600 y 900 hombres
La tropa se alojó en un campamento de tiendas, en las inmediaciones del poblado. Algunos estudiosos indican que pudo ser en el actual parque “Urquiza”
Según los usos de aquellos tiempos, algunos de los oficiales pudieron alojarse en las casas y ranchos de la población. Se considera que Belgrano lo hizo con la familia Echevarría-Vidal, ya que era amigo de Vicente Echevarría. Esta casa se encontraba entre el solar donde hoy se halla el Liceo “Avellaneda” y la esquina de las calles “Córdoba” y “J. M. de Rosas”
Se estima que en Rosario ya estaban destacados efectivos de la “Artillería de la Patria” afectados a la construcción de las baterías. Como auxiliares se contaba con las  milicias del “Pago de los Arroyos”
Posteriormente se sumaron a la guarnición otros elementos: una sección de los “Pardos y Morenos” y de la “Caballería de la Patria”. También se sumaron otros artilleros
El primer izamiento de la Bandera nacional se concretó en la plaza de armas de la batería “Libertad”, lugar que hoy ocupa el Monumento Nacional a la Bandera (ciudad de Rosario) que por entonces se designaba como “Barranca de las Ceibas” (4)
No fue en la batería “Independencia” que se había instalado en la isla, frente al poblado; como lo afirma una equívoca versión
Hasta el 27 de febrero de 1812 todas las tropas criollas conservaban las banderas que emplearon durante el régimen español; la principal (2coronela”)era roja, con el escudo real en el centro y las otras blancas con la “cruz de Borgoña” (una “X” o sotuer) roja
El uso de la bandera creada por Belgrano se fue difundiendo (empleando diversos diseños) pero muchas unidades continuaron con sus enseñas realistas hasta que el 20 de julio de 1816, fecha en que el Congreso de Tucumán decretó la Bandera de las “Provincias Unidas”, idéntica a la Nacional que conocemos, pero sin el Sol
Cada batería estaba formada por tres cañones navales, de avancarga; fundidos en bronces; similares a los que hoy vemos frente al Monumento; en el sector “paseo batería Libertad” (cruzando la avenida “Belgrano”)
Algunos estudiosos dicen que la batería “Independencia” solo tuvo dos piezas
En la base de la barranca donde se emplazaba la “Libertad”, a nivel del río, zona conocida como “bajo de los Sauces”, se construyó un reducto con parapetos para ubicar secciones de tiradores
Este dato pocas veces se consigna en los relatos
La construcción de las baterías ya estaba iniciada cuando Belgrano llegó a Rosario
Se aceleró cuando el teniente coronel Ángel Monasterio (ingeniero militar español y patriota) tomó a su cargo la dirección de las obras
Se confeccionaron planos de estas baterías pero se perdieron luego de 1840
Según los usos de entonces habrían consistido en parapetos de tierra compactada; una base de madera para sostener los cañones; polvorín semisubterráneo; mangrullo; algún rancho y/o tiendas para la guarnición
El 27 de febrero quedó terminada la batería “Independencia” emplazada en la isla
Para terminar la “Libertad” faltaba “poco”; según informó Belgrano en su oficio al Triunvirato
La ceremonia donde por primera vez se vio a la Bandera fue un acto cívico y militar, con el que Belgrano buscó entusiasmar a las tropas y al pueblo
No se trató de un acto meramente formal, tuvo evidentes connotaciones políticas, como se desprende del significado de mostrar esa bandera, del uso de la nueva escarapela; de las palabras de Belgrano y demás circunstancias
Antes de la creación de la escarapela nacional las tropas al mando de Belgrano usaban las mismas que las realistas
Estas escarapelas eran enteramente rojas, sin ningún agregado de amarillo
Belgrano no creó la escarapela, tampoco sugirió sus colores. Se limitó a pedir al Triunvirato que creara una “escarapela nacional” para poder identificar a sus tropas en caso de enfrentar a los realistas
Fue el Triunvirato (o muy posiblemente su secretario, Rivadavia) el que resolvió al respecto, lo que se formalizó con el decreto de creación, fechado el 19 de febrero de 1812
La escarapela original tenía centro blanco y corona celeste (en los documentos referidos a la misma se dice “azul-celeste”)
No era celeste, blanca y celeste en círculos concéntricos, como la usamos hoy
Las escarapelas eran de gran tamaño, de unos 10 o 15 centímetros; se usaron preferentemente en los cubrecabezas
Obviamente no tenían el pequeño formato que hoy utilizamos sobre nuestros pechos
Presumiblemente, las escarapelas se prepararon aceleradamente en Rosario; cuando se recibió la comunicación oficial del decreto de creación
No pudieron traerse desde Bs. Aires pues todavía no había sido creada. La cantidad de efectivos que tenía la guarnición demandó que para confeccionarlas debió requerirse la colaboración de las mujeres de Rosario; quizás se sumó el apoyo de algunos efectivos hábiles con la aguja
Pareciera que la primera vez que se usó la escarapela en forma oficial fue el 27 de febrero. Belgrano nada dijo en su informe sobre los hechos ocurridos ese día
Algunos consideran que pudo ser el 23 de ese mes, hipótesis poco probable pues confeccionar tantas escarapelas debió llevar varios días
En Rosario, el 27 de febrero de 1812 se izó por primera vez la Bandera, siendo las 18,30 horas
Este inusual horario para izar una bandera fue un acierto de Belgrano que de esta forma se aseguró la presencia de la mayor parte de la población, a poco de terminar su jornada laboral
En su comunicación al Triunvirato Belgrano la llamó “bandera nacional”
Por entonces no se había declarado la independencia ni existía idea de una “nación – estado” como la concebimos en la actualidad. Algunos autores vinculan el calificativo con el juramento que tomó Belgrano de donde se infiere que pudo aludir a Sudamérica
Se supone que Belgrano dispuso confeccionar la bandera en Rosario cuando conoció el decreto que creó la escarapela
Una versión muy minoritaria considera que Belgrano pudo traer la bandera preparada desde Bs. Aires para presentarla en la primera oportunidad favorable
A ciencia cierta, no se sabe quién confeccionó la primera bandera
La tradición indica que fue la señora María Catalina Echevarría de Vidal, se entiende que ella sola pues la sencillez de la pieza no demandaba que otras mujeres la ayudaran. Quizás pudo colaborar alguna otra mujer perteneciente a su personal doméstico
El apellido de María Catalina era “Echevarría” y no “Echeverría”, como a veces se lo escribe por error
La citada había quedado huérfana de pequeña y fue adoptada por la familia de Pedro Tuella, un declarado realista; su hermano Anastasio, había sido condiscípulo de Belgrano en el Colegio “San Carlos”
Conforme al oficio cursado por Belgrano la bandera se izó en la batería “Libertad”, la principal
Una versión equívoca sugiere que fue en la batería “Independencia”, que ya estaba terminada en la fecha. De la atenta lectura del despacho de Belgrano al Triunvirato destaca el error de esta apreciación; ya que, luego de relatar la presentación de la enseña, ordena que una sección se posesione de la batería ubicada en la isla
Según las normas castrenses de la época la bandera se habría izado en un mástil, ubicado en el centro de la plaza de armas de la batería
Una versión de dudosa entidad indica que se izó aprovechando la rama de un árbol (ombú) que existía en las inmediaciones. Esta hipótesis no condice con los usos militares de la época; tampoco es factible que el árbol haya estado en el centro de la plaza de armas sino bastante alejado; ya que su altura podía atraer un rayo y que el polvorín tenía que estar cercano a las piezas
No se conoce a ciencia cierta cómo fue el diseño de la primera Bandera
De las cuatro versiones formuladas la que tiene mayor credibilidad indica que era blanca y celeste, en dos franjas horizontales. Se funda en el retrato en que Belgrano posó en persona para Carbonnier y en el oficio de Belgrano al Triunvirato, principalmente
En su comunicación al Gobierno Belgrano siempre habla de una sola bandera
Pudo ser factible que luego se haya preparado una segundo para colocar en la batería de la isla pero esta hipótesis genera dudas ya que la orden de retirar la bandera llegó pocos días más tarde
Se ignora qué ocurrió con la bandera izada el 27 de febrero
Probablemente fue retirada tras la partida de Belgrano cuando en Rosario se recibió la orden de quitarla impartida por el Triunvirato
Belgrano dejó escrito en su oficio al Triunvirato que compuso la Bandera “de conformidad a la escarapela nacional”
Ninguna otra especulación permite desmentir el escrito de su creador. La correspondencia: escarapela/ bandera es absolutamente evidente
Belgrano mismo informó que la Bandera fue “blanca y celeste”
Ni azul, ni azul-celeste: “celeste”
Algunos autores sostienen que, pese a lo escrito por Belgrano éste usó del azul; argumentan que el celeste no existe en Heráldica
La disciplina que estudia las banderas es la Vexilología y sus reglas difieren obviamente de las propias de la Heráldica. Desde antiguo se conocían banderas celestes; por ejemplo, las de San Marino y Baviera
La Bandera creada no tenía ningún emblema en su paño
El Sol de colocó oficialmente en 1818, recién en 1944 se definió su diseño que se especificó en forma técnica por Decreto Nº1650 del año 2010
Una versión muy extendida dice que los colores de la primera bandera eran los representativos de la dinastía borbónica
Esto es un error pues el color dinástico era el blanco, exclusivamente. Así lo testimonian los pabellones de las diversas posesiones borbónicas distribuidas por toda Europa
Otros consideran que el blanco y el celeste fueron tomados de la banda de la Orden de Carlos III o de la vestimenta de la advocación mariana de la Inmaculada Concepción
Estas referencias obligan a manifestar que los colores de esta distinción se tomaron de los atavíos con que se representaba a “Nuestra Señora de la InmaculadaConcepción”, patrona de España y de las Indias, túnica celeste o azul y manto blanco. La Orden de Carlos III tenía a dicha advocación mariana como su “patrona”
Luego del 27 de febrero el uso de los colores blanco y celeste se difundió con amplitud pero las banderas patriotas adoptaron diferentes diseños
La composición celeste, blanco y celeste en tres franjas horizontales se oficializó como bandera menor de las Provincias Unidas por ley del Congreso de Tucumán del 20 de julio de 1816
Belgrano llamó “nacional” a la Bandera ya que la formó a imagen de la “escarapela nacional”
Como a la fecha no existía la identidad “argentina” algunos estudiosos consideran que la Bandera simbolizó a la Américadel Sur cuya libertad mandó jurar Belgrano
En Rosario, el 27 de febrero, no se juró “lealtad a la Bandera”, Belgrano comunicó al Triunvirato el texto del juramento que tomó a sus tropas “Juremos vencer a los enemigos interiores y exteriores y la América del Sur será el templo de la independencia, de la unión y de la libertad”
Invocando como fuente cierta tradición algunos dicen que en Rosario se juró por primera vez la Bandera; esto es un claro error, si se confronta con los claros términos con que el prócer relató los hechos
Tampoco se juró el 13 de febrero de 1813 a orillas del río Pasaje (Salta) como asevera otra versión; lo que se juró allí fue obediencia a la Asamblea General que se había reunido recientemente. Hay documentos que así lo comprueban, fuera de toda duda
La Bandera se juró oficialmente en la ciudad de Jujuy, el 25 de mayo de 1812
Es factible que la bandera fuera bendecida el 27 de febrero pero Belgrano no lo mencionó en el detallado oficio que cursó al Triunvirato. Pudo ocurrir quizás es que se hayan bendecido las baterías que se inauguraban y que en la “Libertad” haya estado la bandera, por lo que fue bendecida en forma implícita
Los usos de la época y la religiosidad de Belgrano avalan la posibilidad; pero es indudable que la primera bendición solemne de la Bandera ocurrió en Jujuy, el 25 de mayo de 1812
Julián Navarro era un sacerdote patriota titular del curato del Pago de los Arroyos, con sede en la capilla de Rosario
En el Museo Histórico Provincial de Rosario de conserva un antiguo hisopo que la tradición indica que pudo usarse para la bendición
La tradición también da cuenta que el regidor de tercer voto del Cabildo de Santa Fe, Cosme Maciel, tuvo a su cargo izar la Bandera. Era lo lógico por ser la más alta autoridad civil que se hallaba en Rosario
Erróneas apreciaciones difunden que Maciel era un humilde joven voluntarioso que había colaborado en la construcción; otras sostienen que el encargado del izamiento fue un soldado “patricio” y otra más atribuye el acto a la señora Echevarría
Por decisión del Triunvirato fechada el 27 de febrero de 1812 Belgrano fue designado como general del Ejército Auxiliador que se hallaba en Jujuy
En consecuencia partió con destino al Norte ni bien recibió la orden
No se sabe en qué momento partió Belgrano hacia su nuevo destino
Se especula que pudo ocurrir el 1º o el 2 de marzo de 1812
Belgrano no se llevó a sus tropas al salir rumbo al Norte
Belgrano partió en una galera, acompañado de una pequeña escolta a caballo, según el uso de la época
En la formación del 27 de febrero se encontraban presentes efectivos del Regimiento de Infantería 5; de “Pardos y Morenos”; “Artillería de la Patria”; “Caballería de la Patria” y las milicias del Pago de los Arroyos
También hubo efectivos del regimiento de “Husáres de Fernando II” (o “de Terrada”) que se trasladaban río arriba a bordo de embarcaciones surtas en el pequeño puerto de Rosario. Según otra versión los jinetes de “Caballería de la Patria” permanecieron como seguridad del cuartel y no participaron de la ceremonia
Cuando el Triunvirato recibió el oficio de Belgrano donde se le informaba del acto cumplido el 27 de febrero lo reprendió. Además, ordenó quitar la bandera y reemplazarla por la que entonces se izaba en el Fuerte de Bs. Aires, a cuyo efecto acompañó un ejemplar
Este último era la enseña roja, amarilla y roja de la Armadaespañola; que se usaba en Bs. Aires por ser una guarnición marítima
Belgrano no llegó a conocer la orden que desautorizó la creación de la Bandera
Cuando arribó el despacho el prócer ya había partido. Previsiblemente abrió el parte el jefe de la guarnición (teniente coronel Gregorio Perdriel) quién dio cumplimiento a la orden
Las baterías no pudieron cumplir su cometido
El 23 de abril se hizo presente una flotilla realista pero aprovechó el alto nivel de las aguas para escurrirse por el riacho “Los Marinos” que fluye por detrás de la isla donde se hallaba la batería “Independencia”, evitando la acción de la artillería
Pocas semanas más tarde de aquella frustración el Triunvirato ordenó desmantelar las baterías aunque las condiciones estratégicas permanecían sin alteraciones
Estas circunstancias demuestran que además del propósito admitido de cerrar la navegación río arriba, la creación de las baterías se había dispuesto como medio para alejar a los ex - Patricios luego del “Motín de las Trenzas” y disciplinarlos
La bandera de la Argentina o bandera nacional es -junto con el Escudo de la República Argentina y el Himno Nacional Argentino- uno de los tres símbolos nacionales de la Argentina y está basada en la bandera creada por Manuel Belgrano, quien la diseñó con los colores de la escarapela nacional, celeste y blanca, y que enarboló por primera vez en la ciudad de Rosario, el 27 de febrero de 1812, para utilizarla en el ejército de su mando (lo cual fue desautorizado por el gobierno patrio).

AMPLIACIÓN DEL TEMA
JURA DE LA BANDERA ARGENTINA - JUJUY, 25 de Mayo de 1812
El año 12 marca un momento Crítico en la historia de la emancipación argentina. Márcalo por los peligros que amenazaron á la causa americana, y por las vacilaciones que ella sufriera hasta la batalla de Tucumán, primera gran victoria de las armas patricias dentro de su territorio, y triunfo decisivo para la libertad de sus fronteras dentro de la guerra continental.

Desde los días augurales del año 10, venían los revolucionarios de Buenos Aires pugnando como titanes por remover el mundo colonial y contagiar de decisión heroica á todos los pueblos argentinos [...] No obstante, llegaban contra Buenos Aires clarividente, amenazas de represalia española, en conjuración de nuevos peligros externos é internos [...]
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Desde el amanecer del 25 de mayo de 1812, la pequeña ciudad de Jujuy bullía de rumores y movimiento inusitados. E1 frenético repicar de los templos y 1as rotundas salvas de artillería, resonando entre las montañas que circuyen el valle, saludaban jubilosos el alba de la efemérides. Despertaba la población entre aquella música de campanas y de armas, y se echaba á la calle, apercibida para el festival que comenzaba. Saludaban los vecinos en el nombre de la Patria, sagrado para aquellos aldeanos, como el Ave María de sus portales. Por la calle de las Zegadas y por la calle de San Francisco, iba creciendo con la mañana el gentío de militares, indios, esclavos y artesanos que se encaminaban á la plaza capitular. La mañana estaba, como las almas, gloriosa de azul, sobre las calles limpias y las paredes blanqueadas del caserío. Alguna leve escarcha retardaba su cairel de cristal en los aleros y tejados. Alguna niebla desperezábase bajo el alba, sobre las nevadas cimas del Chañi…

La gente madruguera que había ido congregándose en la plaza, comentaba las fiestas religiosas de la víspera; las iluminaciones y regocijos de la noche anterior. En el atrio de la Matriz, en las arquerías del Cabildo, en la azotea de los Saracíbar, alineábanse los mecheros de aceite y las lamparillas de barro que habían ardido la noche anterior, probablemente preparadas por la industria de Antonio Cruz y de Vicente Galván que las aderezaron en las fiestas mayas de 1813. La plaza mostraba así, con su lonja consistorial y sus torres, un aspecto mágico para la población deslumbrada. El ceremonial de aquellas fiestas públicas, harto les era conocido, así á la gente de Jujuy, como á la de todas las ciudades de Indias: los onomásticos de sus reyes, el aniversario de su fundación, el día de su patrono y las pascuas, repetían cuatro y cinco veces por año, para regocijo de los vecinos, las partes del gastado ceremonial. Pero esta vez, sobre el antiguo esquema de la jura, toda la figuración se renovaba; y la presencia del ejército numeroso y de la oficialidad forastera, decoraba la fiesta con sus oros marciales.

Distraíanse los corrillos de la plaza en parlerías y conjeturas, cuando, de pronto, la cuenca del valle se estremeció con nuevo estruendo: había sonado un cañonazo y después otro, y otro; y ahora continuaba sonando. Pablo de Mena, que llegaba al Cabildo en aquel momento –y que iba, como alférez, á ser uno de los protagonistas de la fiesta–, les avisó que esos cañonazos eran las salvas con que la tropa anunciaba la salida de la Bandera nacional, desde la casa del general en jefe. Corrió la muchedumbre por la calle adyacente hacia la posada donde alojábase Belgrano, y se oyó el último cañonazo, de los quince que prescribía la ordenanza, cuando entre los ponchos rojos de los indios y las casacas azules de los militares, vieron al barón de Holmberg que avanzaba en mitad de la calle, seguido por su escolta de honor, conduciendo la bandera hasta el edificio del Cabildo. Apareció el barón en sus balcones y haciéndola flamear al son de dianas, la dejó en la baranda entregada á la contemplación y el aplauso de aquella muchedumbre, que la veía por primera vez.

Los ecos de los cañonazos, las aclamaciones, los clarines, más la noticia de la Bandera expuesta á la contemplación popular, cundieron por todo el pueblo, y la muchedumbre llegó á hacerse compacta y á colmar la plaza. Todos los naturales de las haciendas vecinas, los indios de Palpalá, de Reyes, de Yala, de la Almona, de Cuyaya, llegaban á verla y se mezclaban á los niños y á los esclavos de las casas señoriales removidas hasta el traspatio por el rumor de la fiesta. Pronto comenzaron á llegar también los amos y las damas, vestidos con sus mejores paramentos, pues se acercaba la hora de la misa solemne y del Tedéum, á la cual asistiría el Cabildo, justicia y regimiento, y con ellos el propio creador de la Bandera, y el canónigo doctor Gorriti, que la bendeciría.

Pronto, en efecto, apareció Belgrano bajo el arco central del Cabildo, y empezó á andar hacia la Matriz, con su paso pausado. Un rumor de curiosidad afectuosa y admirativa electrizó á la muchedumbre. Abriéronle todos respetuoso camino, y así al cortejo que lo acompañaba. Traía vestido su frac verde y cordones de gala, su calzón corto embutido en la bota de charol; recio el mentón sobre la chorrera florecida de finos encajes. El sonrosado persistente de su tez delicada, velaba apenas una recóndita emoción. Las gentes reconocieron entre el cortejo que le acompañaba, á Pablo José de Mena, regidor alférez y alcalde de primer voto por depósito de la vara en esos días; al joven doctor Teodoro Sánchez de Bustamante, prestigioso asesor del Cabildo, que renunció á su empleo pocos meses después, por seguir á Belgrano en el éxodo; á Eustaquio de Iriarte, alcalde ordinario de segundo voto; á Lorenzo Ignacio de Goyechea, regidor alcalde; á Alejandro Torres, defensor de menores; á Mariano de Eguren, el escribano del Cabildo; al síndico procurador Manuel Lanfranco; á los alcaldes de barrio don Bartolomé de la Corte y don Martín de Rojas; y á los Portal, los Basterra, los Sarverri, los Gogenola, los Alvarado, los Iturbe, los Carrillo, los Zegada, los Chavarría, y tantos otros vecinos feudatarios ya prestigiosos en el patriciado local.

Cuando penetraron en la iglesia, que dista pocos pasos del Cabildo, la misa solemne iba á comenzar. El altar del fondo, tallado en el estilo jesuítico del púlpito que aun se conserva, elevaba su airosa arquitectura de retorcidas columnas y ángeles dorados. Su auténtica belleza, que era el orgullo de la población, predominaba entre su día de luces, al fondo de la nave obscurecida por las puertas entornadas, que el frío del invierno conminaba á cerrar. El aire estaba como impregnado de un penetrante perfume de mujer e incienso. Oíase en la penumbra religiosa el desgranar de los rosarios; el golpe de los reclinatorios y las toses que ahuecaba la nave; ó el roce como de alas fugitivas que formaban con su aligerado rumor las faldas y los siseos. Al entrar en el Cabildo, las caras femeninas se volvieron curiosas; y entre ellas hubo alguna que se volvió para mirar á Belgrano... Y mientras ocupaban sus asientos de honor, la pequeña orquesta de Pedro Ferreyra, el músico del pueblo, atacó desde el coro, con sus violines, su órgano y sus voces gangosas, la sonata de los ceremoniales de iglesia, en que siempre intervenía como maestro cantor.

Concluía la misa cuando Belgrano mandó traer á la matriz la bandera, que, conducida por el barón de Holmberg, había tremolado toda la mañana en el balcón central del Cabildo. Al ver que la sacaban para llevarla á la iglesia, hubo gran agolpamiento y rumor de pueblo en la gente que, por ser estrecho el templo, aguardaba en la plaza. Y dentro de la iglesia hubo entre la concurrencia gran emoción y expectativa, al ver que entraba el nuevo estandarte al sitio donde antes no llegara sino el estandarte del rey; y que tomándolo Belgrano por el asta, se adelantó hacia el altar en que el doctor don Juan Ignacio Gorriti, vicario de la matriz, terminaba su misa. El vicario, revestido, y volviendo la cara hacia el pueblo, trazó en el aire la señal de la cruz; y como si todos fuesen ritos de un mismo culto, bendijo, en el nombre de Dios, aquella enseña de la patria naciente. En la nave y las almas reinó entonces un silencio eterno. Subió Gorriti al púlpito –por la escala donde los indios habían grabado en tiempo de los jesuitas la escala de Jacob– y desde lo alto de aquella cátedra que su elocuencia haría histórica, explicó la significación del símbolo que acababan de consagrar.

Voces de regocijo oyéronse en el templo cuando concluyó la ceremonia. Entre la confusión del público impaciente, Belgrano volvió á entregar la bandera al barón de Holmberg, para que tornase á ponerla en el balcón del Cabildo. El pueblo, al verla salir presidiendo el cortejo, estalló, de un ángulo á otro de la plaza, en vivas estruendosos y aclamaciones formidables. La tropa señaló aquel momento con otras quince salvas de sus cañones. Con ellas promediara la jornada; y pasó la siesta entre comentarios y desfile de pueblo ante los balcones del ayuntamiento.

Por la tarde, las ceremonias de la Bandera alcanzaron su significación laica y democrática. Vino Belgrano hasta la casa del Cabildo, donde le esperaban sus miembros y el teniente gobernador de la ciudad. El ejército auxiliador del Perú estaba formando cuadro en torno de la plaza. Las familias de Jujuy, que asistieran por la mañana al Tedéum, aguardaban ahora en los balcones de las casas cercanas, para asistir á la nueva escena. La plaza estaba decorada de guirnaldas y de arcos. El pueblo apretábase en las bocacalles y las aceras. Y de todos aquellos pechos viriles volvió á elevarse un vítor resonante, cuando vieron á Belgrano salir del Cabildo con la bandera en su brazo, cruzar la calle silenciosamente, caminar hacia el centro de la plaza y subir á una tribuna, agitando su enseña en alto. Las aclamaciones de la muchedumbre se repitieron entonces. Palmadas y bravos encresparon el aire. Y dominando aquel entusiasmo por el ademán del que necesita silencio, se oyó en el ámbito de la tarde nebulosa que comenzaba á declinar, aquella arenga de Belgrano, que el prócer mismo comunicó después al Triunvirato.

Belgrano tenía la voz velada, pero tal fué aquel día su necesidad de ser oído, y tal en su auditorio el ansia de oírlo, que la voz de su arenga llegó al cuadro de sus soldados, llegó á las damas de las aceras, llegó á la muchedumbre de las esquinas:

"Soldados, hijos dignos de la Patria, camaradas míos: Dos años ha que por primera vez resonó en estas regiones el eco de la libertad y él continúa propagándose hasta por las cavernas más recónditas de los Andes; pues que no es obra de los hombres, sino del Dios Omnipotente que permitió á los Americanos que se nos presentase la ocasión de entrar al goce de nuestros derechos: el 25 de Mayo será glorioso para siempre en los anales de nuestra historia y vosotros tendréis un motivo más de recordarlo, cuando veis en él por primera vez, la bandera nacional en mis manos, que ya os distingue de las demás naciones del globo, sin embargo de los esfuerzos que han hecho los enemigos de la sagrada causa que defendemos, para echarnos cadenas y hacer más pesadas que las que cargaba. Pero esta gloria debemos sostenerla de un modo digno con la unión, la constancia y el exacto cumplimiento de nuestras obligaciones hacia Dios, hacia nuestros hermanos, y hacia nosotros mismos; á fin de que la Patria se goce de abrigar en su seno hijos tan beneméritos, y pueda presentarla á la posteridad como modelos que haya de tener á la vista para conservarla libre de enemigos, en el lleno de su felicidad. Mi corazón rebosa de alegría al observar en vuestros semblantes, que estáis adornados de tan nobles y generosos sentimientos, y que yo no soy más que un jefe á quien vosotros impulsáis con vuestros hechos, con vuestro ardor, con vuestro patriotismo. Sí, os seguiré imitando vuestras acciones y con todo el entusiasmo de que sólo son capaces los hombres libres para sacar á sus hermanos de la opresión. Ea, pues, soldados de la Patria, no olvidéis jamás que nuestra obra es de Dios; que él nos ha concedido esta Bandera, que nos manda que la sostengamos, y que no hay una sola cosa que nos empeñe á mantenerla con el honor y el decoro que le corresponde. Nuestros padres, nuestros hermanos, nuestros hijos, nuestros conciudadanos, todos, todos fijan en nosotros la vista y deciden que á vosotros es á quienes corresponderá todo su reconocimiento si continuáis en el camino de la gloria que os habéis abierto. Jurad conmigo ejecutarlo así, y en prueba de ello repetid: ¡Viva la Patria!".

El ¡Viva la Patria! que Belgrano pedía, á la sombra de su propia Bandera, fué contestado por la tropa, y á su voz unióse el coro de las mujeres y los niños, que asistían desde los balcones, y el rugido del pueblo que se apiñaba en las aceras. Aquel clamor brotado unánime de la plaza de Jujuy, como de una boca de la tierra, se concretó después en música heroica, y ascendió desde los pífanos y atabales del ejército hasta subir á las torres de los templos, donde fundido con el repiqueteo de las jubilosas campanas, voló como una ráfaga de gloria hacia las cimas de los Andes tutelares, que almenan y hermosean la ciudad armoniosa del Xivi-Xivi. Las salvas de los cañones saludaban, entretanto, con repetidas descargas, la hora de la tarde, como había saludado, en jornada tan bella, la hora del amanecer.

Entre aquellas enloquecedoras manifestaciones de júbilo popular, Belgrano, siempre con la Bandera en alto, vino á ponerse á la cabeza del pueblo y del ejército, que le acompañaron á depositarla en su casa. Desfiló Belgrano, envuelto en aquella aura de vítores y músicas marciales. Creaba en ese momento, para su propia gloria, la actitud en que habría de verlo la posteridad. Creaba, en aquel momento, para su propia patria, el símbolo con que habría de perpetuarla en los siglos.

«Nuestra sangre derramaremos por esa bandera», exclamaba el pueblo al verla pasar... Pocos mese más tarde, la sangre del juramento fué derramada... Belgrano estaba ante la escena henchido de esperanzada emoción. Él mismo ha narrado la escena en un oficio célebre; y á quien no inventara bandera alguna, ha de excusársele esta simple rapsodia de aquel relato: esta página era necesaria en homenaje á Jujuy, pues fuéle dado á su pueblo, el 25 de Mayo de 1812, ser el protagonista denodado de la heroica escena (1).
NOTA:
(1) He seguido para este relato el oficio que Belgrano pasó al gobierno el 29 de mayo de 1812, comunicándole la ceremonia, y me he valido también de algunos datos sueltos del archivo jujeño. Mi relato es, pues, de una veracidad absoluta […] El oficio á que aludimos –al cual acompañaba la arenga– fija de un modo indudable la fecha del primer juramento y su verdadero carácter de ejecutarlo para Jujuy. RICARDO ROJAS
Fuentes:
- Artículo, extraído del "ARCHIVO CAPITULAR DE JUJUY". Documentos para la Historia Argentina. Publicación dirigida y comentada por Ricardo Rojas. Tomo II. Imprenta de Coni Hermanos. Bs. As., 1913, pág. VII y págs. XIX a XXVI (Arch. Fundación "Dr. RAMÓN CARRILLO").
- Gentileza de Teresita Carrillo
Fuentes:
http://www.abcpedia.com/miscelaneas/jura-bandera
http://www.callesderosario.com.ar/maciel_cosme.htm
http://banderasargentinas.blogspot.com.ar/2017/01/la-creacion-de-la-bandera-nacional.html
http://www.lagazeta.com.ar/jura_de_la_bandera.htm

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