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"Soy un hombre de armas, un soldado, scout. Paradójicamente, al único de mi especie que admiro, empuñó solamente la palabra, su técnica fue la humildad, su táctica la paciencia y la estrategia que le dio su mayor victoria fue dejarse clavar en una cruz por aquellos que amaba".

Desde La Trinchera Del Buen Combate en Argentina. Un Abrazo en Dios y La Patria.

20 de abril de 2018

SALUDO MILITAR. ORIGEN Y SIGNIFICADO.

El saludo es un símbolo de respeto y una señal de camaradería entre el personal de servicio.. En la forma, el saludo es simple y digno, pero hay una gran importancia en ese gesto.
Foto tomada el 18 de julio de 2003 muestra a Nelson Mandela, expresidente de Sudáfrica, haciendo un saludo militar hacia la banda castrense de servicio musical de su país, el día de su cumpleaños 85, en Johannesburgo.
Se trata de una larga tradición,  demostración de cortesía entre todo el personal militar, y expresa el respeto mutuo y orgullo en el servicio.
He aquí una de las expresiones más vibrantes del Espíritu Militar. El origen exacto de este saludo se ha perdido en el tiempo. El saludo militar, tal como hoy lo conocemos, debe su origen a varias versiones, de las que hemos escogido las que nos han parecido más convincentes, a la luz del rigor histórico.
Edecán Aéreo de Michelle Bachelet saluda a un destacamento de presentación de la Fuerza Aérea.
Ha sido testimonio en el pasado de una intención amistosa y pacífica. El saludo que se convirtió en militar con el paso de los siglos, expresó en adelante una señal de respeto.
Mujeres del Ejercito indonesio realizan el saludo militar ...
También podemos suponer que ha contribuido a mantener y reforzar la noción de disciplina.
El saludo militar es la forma en que los militares saludan mientras están en funciones. Consiste en llevar la mano derecha con los dedos juntos hacia la sien o a la visera de la gorra si es que la llevaran puesta.
Kim Jong-il (derecha) y su hijo Kim Jong-un (izquierda) hacen un saludo militar al paso del desfile, el 10 de octubre 2010. / REUTERS
En la mayoría de los países, éste se ejecuta de manera que la palma de la mano es invisible para la otra persona. 
Los países de la esfera de influencia británica lo hacen mostrando la palma de la mano derecha, indicando con ello, que no se esconde nada cuando se saluda al superior.
Sabemos que a principios del S. XIX los Coldstream Guards modificaron el saludo habitual del Ejército británico  al tocarse el sombrero con la punta de los dedos, pasando a darse una leve palmada en el gorro propio. 
Coldstream Guards
Mas avanzado el tiempo, a finales del siglo XIX los oficiales de la Royal Navy introdujeron la costumbre de no quitarse la gorra, como era costumbre hasta ese momento y solamente efectuar el intento de tocar la visera, deteniendo el saludo.
Almirante Horatio Nelson (17581805).
En Francia la palma quedará visible para el público, quedando la mano de manera perpendicular al suelo.

Un teniente coronel saludando funcionarios en las ceremonias del 14 de julio de Toulon.
El saludo naval, con la palma hacia abajo, se dice que ha evolucionado debido a que las palmas de la mano de la flota de guerra, en particular los marineros, estaban a menudo sucias por el trabajo a bordo y se consideró un insulto el presentar una palma sucia a un oficial.  
Jefe de Estado Mayor de la Marina británica, el almirante Sir George Zambellas (2014)
Así, la palma de la mano se volvió hacia abajo.
Barack Obama recibe el saludo militar de oficiales navales en Maryland. | Ap - Ap | Agencia. Washington |
Resulta curioso que en nuestra Armada [...] hasta 1880, el uso era saludar conforme al tradicional estilo civil, es decir, descubriéndose ante el superior, reteniendo la gorra o sombrero en la mano derecha. 
Arturo Umberto Illia (4 de agosto de 1900 - 18 de enero de 1983) Presidente de la Nación Argentina entre el 12 de octubre de 1963 y el 28 de junio de 1966 pasando revista a tropas de la Armada Argentina.
En ese año, con el arribo del acorazado ARA Almirante Brown, los oficiales de su Plana Mayor introdujeron la costumbre de no sacarse la gorra y solamente efectuar el intento de tocar la visera, deteniendo el saludo, como se había puesto en boga en la armada inglesa. 
En su momento miistra de Defensa Nilda Garré pasando revista a tropas de la Armada Argentina

Almirante Jay L. Johnson y el almirante Vern Clark de la Marina de los Estados Unidos saludan unos a otros durante una ceremonia de cambio de mando. 
Venia: Consentimiento, permiso otorgado por una autoridad.
Existen distintas versiones respecto al origen del saludo militar, algunas de las cuales lo relacionan con distintas formas de cortesía.
Pakistán soldados del ejército con el saludo Pakistán 67mo Batallón Médico durante una ceremonia de transferencia de la autoridad a los soldados del Ejército de EE.UU. del Hospital Quirúrgico Móvil del Ejército en Muzaffarabad, Pakistán.
El saludo militar, debe su origen a varias civilizaciones y culturas . Entre ellas, tenemos a los Asirios, griegos y romanos, tenían en común que se despojaban de alguna prenda como muestra de respeto.
Despojarse de alguna prenda de vestir, mostrando no llevar ningún arma escondida, venía a significar además de respeto, ir en "son de paz". Traer buenas intenciones.
Teniente de Fragata Shaina Hayden de la Marina de los Estados Unidos , realiza un saludo de mano militar en noviembre de 2008.
Los soldados romanos se cubrían del sol para mostrar sus ojos sin brillo a los superiores , esto era un símbolo de respeto por aquél entonces.
Otros historiadores dicen que el saludo romano también comenzó cuando debido a la gran cantidad de asesinos que se perpetraban, se convirtió en costumbre que al ir a ver a un oficial se levantasen la mano para indicar que no se portaba en la misma ningún armado o se descubrían de sus casco para identificarse lo que supondría un gesto parecido. lo mismo con todos los guerreros posteriores.
Las prendas de cabeza suelen dificultar reconocer a la gente.
Nota: Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Saludo_romano
"El Saludo Romano es un gesto en el cual una persona extiende su brazo hacia adelante, de manera recta, con la palma de la mano hacia abajo. El brazo suele extenderse de manera paralela al suelo o formando un ángulo indeterminado hacia arriba.
Militares norteamericanos levantan la mano derecha con los dedos extendidos sobre la sien para saludar a sus superiores.
A pesar del nombre de este gesto, la interpretación de éste como un «saludo» ha evolucionado a través del tiempo y no está debidamente acreditado que en la antigua Roma se utilizara permanentemente como forma «oficial» de saludar, ya sea en el ámbito militar o civil, aún cuando existen numerosos testimonios de su empleo en el Imperio romano.
Escena en la que figura el entonces Presidente de la República de Mexico, Victoriano Huerta, realizando un saludo militar frente al Templo de San Fernando
...En la Actualidad, se utiliza el saludo romano durante el Juramento a la Bandera en algunos países como Argentina, Chile, o México.
En Estados Unidos se realiza el Saludo Bellamy que en sus inicios era similar al saludo romano, en todos los casos el brazo elevado a la misma altura que el hombro.
Saludo militar del presidente George W. Bush con su mascota en brazos.
Al llegar la segunda guerra mundial este saludo generaba confusiones con el saludo fascista, por lo que en 1942 el Congreso de los Estados Unidos modifica el saludo con la mano sobre el corazón de principio a fin del juramento"
En la pintura Juramento de los Horacios se representa el saludo romano, con el brazo extendido y la palma hacia abajo.
Sin embargo, algunos autores afirman que, en realidad, los legionarios saludaban exactamente igual que los militares modernos, o sea, llevando la mano de canto al borde de la galea.
Se basan en algunas representaciones escultóricas en las que aparecen legionarios en esa actitud, especialmente en los relieves de la tumba de un tal Tito Flavio Mikkalus, o en un altar dedicado a Lucio Dominio Aenobarbo que se encuentra en el Louvre. 
Escena del sacrificio del altar de Ahenobarbus, siglo I a. C. Museo del Louvre, París.
Ahí abajo dejo tres imágenes que son ciertamente bastante elocuentes. 
En las tres, la posición de la mano es similar, y siempre usan la derecha, cosa lógica si se tiene en cuenta que la izquierda sujeta el escudo.
Otros atribuyan esta a la costumbre de los caballeros medievales de saludar levantando el visor de su casco.
Yelmo bajo medieval, la celada o visera protectora debía ser levantada con la mano para reconocer el rostro.
En la película "La última fortaleza" (2001) con Robert Redford como el general protagonista, plantea que su origen está cuando los señores feudales levantaban las viseras de sus yelmos de combates (que hacían invisible los rostros) para reconocerse.
Jóvenes de varios colegios de la capital de Ecuador desfilaron en Plaza la Fe para celebrar las fiestas patrias, y al pasar frente a la tribuna presidencial hicieron un saludo militar, quizás contagiadas por los recientes desfiles del Ejército y la Policía Nacional. Isidro Hernández / END
En caso que un superior (el Rey por ejemplo) desease conversar con un caballero con armadura, éste le mostraba el rostro. Al ser sostenida por largo tiempo arriba de sus ojos daba la impresión de saludo o respeto al superior.
De igual manera, en la Edad Media los caballeros se dotaban económicamente a sí mismos. Como se puede ver ejemplarmente en la película Braveheart, cuando un líder militar buscaba caballeros para una batalla concreta, estos podían presentarse o no, en función de sus intereses.
Durante nueve años y cuatro meses el saludo de la Wehrmacht fue el que se ve en la fotografía.
Tras el atentado de Hitler (La famosa operación Valkiria),Hitler ordenó modificar el saludo militar estándar,por el saludo a la romana o nazi. Aunque ésta orden sólo duró ocho meses.
En este caso es un saludo que además de indentificar, muestra disposición, pues con él se le decía al líder "escogí venir para estar de tu parte".
El hombre más rápido del mundo, Usain Bolt. En la imagen, Bolt hace el saludo militar durante su acto publicitario en Japón el 10 de octubre de 2012. Foto: Toru Hanai / Reuters
Cuando el líder pasaba revista a sus tropas (es decir, comprobaba quiénes habían venido y quiénes no habían acudido a su llamada), los caballeros se levantaban la visera para ser reconocidos por su líder, mostrándole de esta forma su adhesión a su ejército.
Yelmo bajo medieval, la celada o visera protectora debía ser levantada con la mano para reconocer el rostro.
Ese gesto tal vez naciera de la necesidad de enseñar las intenciones pacíficas y evitar la desconfianza entre compañeros de armas. Posteriormente ese gesto práctico para identificarse se generalizaría como muestra de respeto entre caballeros. 
Sin restar credibilidad a las versiones anteriormente enumeradas, lo más probable es que el actual saludo militar, generalizado por casi todo el mundo, constituya una evolución de la costumbre caballeresca de levantar la visera del yelmo para destapar los ojos y mostrar la identidad.
El Cantautor y Premio Príncipe de Asturias de Literatura Leonard Cohen se descubre la cabeza como señal de respeto. La tradición cristiana indica que este gesto significa que quien lo hace se reconoce más vulnerable y asume no representar amenza para quien lo recibe.
Con la desaparición de las armaduras y los yelmos, se perdió definitivamente la finalidad práctica de aquel gesto, pero no el sentido simbólico como muestra de respeto entre soldados.
Usualmente el saludo militar se conoce también como saludo de visera.
En el ámbito civil, la antigua, gentil y elegante costumbre de descubrirse o sacarse el sombrero ante una dama, o una persona de mayor jerarquía o edad, gesto acompañado normalmente por una inclinación de cabeza, una reverencia o un movimiento efectuado con gracia con el cubrecabeza.
Samuel Eto'o y Thierry Henry celebraron con un saludo militar el sexto gol del Barça ante el Málaga, en el Camp Nou. GYI /
Esta costumbre perduró con diversas variantes hasta nuestros días, tanto en el ámbito civil como en el militar, a través del gesto masculino de descubrirse ante las damas, las personas conocidas, o con aquellas con las que se observen especiales muestras de respeto.
Soldado alemán  usando el estilo más viejo y ceremonial de cascos Pickelhaube
En cuanto a la razón de que normalmente se salude estando cubierto proviene de la costumbre entre los hombres de los países occidentales desde el siglo XVII de alzar sus sombreros para saludar y como señal de respeto.
Australian Army
Lo más probable es que las formas de cortesía como quitarse el sombrero o alzar una de sus alas sean evoluciones de la misma práctica caballeresca de mostrar los ojos bajo el yelmo.
Peter Cosgrove Gobernador de Australia (2014), saluda oficiales militares indonesios
Los militares, que solían llevar cascos muy pesados y sombreros con barbijo, dejaron el gesto en un simple movimiento de llevar la mano a la cabeza en la intención de descubrirse ante un superior: el saludo militar. 
Arthur Wellesley comandando a los británicos en Waterloo.
Durante las Guerras Napoleónicas , los equipos británicos saludaban a los oficiales llevando el puño cerrado a la frente como para agarrar un sombrero de ala entre los dedos y el pulgar.
De todas formas, este saludo no es sino una muestra de disposición y un gesto de identificación. 
Al llegar a una plaza, ante la pregunta del guardia (¿quién va? o ¿quien vive?, ampliamente recogidas en la literatura), el líder militar respondía levantando la visera con dos dedos, dejando ver así su rostro para ser identificado.
John Manners, marqués de Granby (1721-1770) en el grabado a partir de 1832. Soldado británico. Grabado por H.Robinson y publicado en los “retratos de personajes ilustres de Gran Bretaña”, Reino Unido, 1832.
En la batalla de Warburg, durante la guerra de los siete años, el británico marqués de Granby lideró una carga de su regimiento contra el ejército francés. 
The Household Calvary se compone de la Guardia Real y The Blues and Royals. Son los regimientos más antiguos y de mayor rango en el ejército británico
El marqués, durante la embestida, perdió su sombrero y su peluca y aun así, con ese aspecto tan poco elegante como descortés, mientras sufría una lluvia de disparos franceses y a pesar de hallarse en plena carga, saludó militarmente a su mando superior al pasar a su lado.
Desde luego, hay que tener mucho respeto por el protocolo militar para saludar en plena carga, pero quizás no tanto, ya que saludó sin llevar el sombrero.
 Oficiales uruguayos hacen el saludo militar
Para solventar este problema y no dejar mal al marqués de Granby, su regimiento, “The Blues”, es el único del ejército británico que tiene permitido saludar a sus superiores, sea cual sea el mando, sin la cabeza cubierta.
En la mayoría de las fuerzas armadas de todos los países, también se saluda cubierto, pero los militares norteamericanos saludan indistintamente cubiertos o descubiertos. 
El general Petraeus del Ejército de EEUU, hace el saludo militar.
En la Armada, el Cuerpo de Marines y la Guardia Costera de los Estados Unidos sólo se hace el saludo militar estando cubierto, aunque sí se hace indistintamente en su Ejército y la Fuerza Aérea.
Los polacos, saludan con dos dedos juntos, al igual que ciertos ritos de juramento, llevándose a la sien derecha los dedos índice y mayor de la misma mano. 
Soldados Polacos
En el ejército italiano, se lleva la mano derecha con la palma hacia abajo, con el dedo mayor rozando el centro de la visera de la gorra o cubrecabeza que se lleve
Ex Presidente de Italia Silvio Berlusconi
modalidad también observada en el Ejército israelí, pero con más informalidad.
También, tenemos al singular saludo efectuado por las fuerzas republicanas y las Brigadas Internacionales, durante la terrible Guerra Civil Española, consistente en llevar el puño derecho cerrado a la misma sien.
No podían faltar los boy scouts, nacidos de la mano de Lord Robert Baden Powell, durante la guerra anglo bóer, en la que durante el sitio a la ciudad de Mafeking, organizó un grupo numeroso de “cadetes” originarios de la región, que con cierta formación militar servían como mensajeros, estafetas y correos entre los diversos puestos de comando. 
Uniformados como soldados ingleses, perduraron tras el final de esa guerra, en un cuerpo de características pacíficas, de proyección mundial, destinado a entrenar y entretener a los jóvenes en tareas al aire libre, exploración, campismo y otras tareas constructivas para la juventud.
Las distintas formas de saludar militarmente, fueron inspiradas todas en el sentido de pertenencia, subordinación y respeto a la organización vertical que caracteriza a todas las fuerzas armadas del mundo.
En el Ejército Español, institución a la que le debemos muchos de nuestros usos y costumbres tradicionales, el saludo militar tuvo también estos orígenes, pudiéndose observar hasta pasados los mediados del siglo pasado una total falta de uniformidad en las formas de efectuarlo.
Don Felipe y el Rey Juan Carlos saludan al paso del desfile militar. | Juanjo Martín | Efe
Existe iconografía de diferentes aspectos, épocas y autores, que nos muestran a militares saludándose de las más diversas formas: sacándose el sombrero, llevándose solamente la mano a él, o haciendo el gesto de sacarlo, pero sin llegar a hacerlo y todo esto, indistintamente con una u otra mano, entre otras formas.
El príncipe Felipe realiza el saludo militar durante el desfile de la Fiesta Nacional el 12 de octubre de 2013 en Madrid
Volviendo por ejemplo al ejército Argentino, será en las postrimerías del siglo pasado, cuando nacían tanto el moderno Ejército como la Armada, de la mano de nuevas doctrinas importadas de la vieja Europa, cuando aparece el saludo militar tal como hoy lo conocemos. 
Soldados albaneses que realizan el saludo Zogist
El saludo Zogist es un saludo militar que fue instituido por Zog I de Albania . Es un gesto por el que la mano derecha se coloca sobre el corazón, con la palma hacia abajo. Fue primero ampliamente utilizado por la fuerza policial personal de Zog y más tarde fue adoptada por el Real Ejército albanés .
No obstante ello, es curioso ver en viejas fotografías de los años '20 y '30, cómo aún se observaban costumbres personales que escapaban de las formalidades prescriptas reglamentariamente.
Ejército Argentino
En nuestros días, el reglamento de Orden Cerrado precisa con todo detalle las formas y oportunidades en que debe efectuarse el saludo militar. Se realiza de subalterno a superior, devolviéndolo éste de la misma manera, comprendiendo un profundo gesto en el que, junto con el ademán, se intercambian miradas que dicen “aquí estoy”, respondidas por un “cuente conmigo”, todo en una centésima de segundo. 
Saludo al estilo israelí en la ceremonia de la FID para el recién nombrado Comandante en Jefe de la Armada israelí, Brig. General Ram Rotenberg
Esto es el saludo: un mensaje de mutua confianza y correspondencia. 
Saludo militar coreano - Cambio de guardia en el palacio de Deoksugung, Seoul
A pesar de ello, cuando se llega a comprender el simple gesto del saludo en su profundo y magnífico significado y simbolismo, demuestra ante los ojos de todos el testimonio de la perennidad que une a los hombres que juntos sirven a la misma bandera. 
El presidente Barack Obama hace un saludo militar mientras baja del helicóptero Marine One en la Casa Blanca, el lunes 4 de enero de 2010
Lejos de marcar una dependencia, los subordinados dan testimonio orgulloso de la importancia que el saludo tiene y representa. Se convierte en una prueba de confianza y cohesión. Es el testimonio de la certeza que el oficial, el suboficial y el soldado se manifiestan para poder contar el uno con el otro. 
El saludo representa de tal manera, la camaradería militar y la fraternidad entre los hombres de armas.
Presidente de México 2012-2018
Cualquiera sea la forma del saludo que se emplee, lejos de indicar servilismo, siempre ha implicado un profundo significado; una correspondencia entre subordinado y superior signada por el respeto mutuo, aquella relación, en definitiva, que en palabras de Ortega y Gasset, dicen que obedecer no es aguantar. 
Aguantar es envilecerse. Por el contrario, obedecer es estimar al que manda y seguirlo solidarizándose con él, bajo el ondeo de su bandera.
En la actualidad, la artillería de campaña española cuando dispara lo hace cada jefe de pieza dando la orden de fuego con el saludo militar.
De esta manera, si 4 piezas tienen que disparar simultáneamente y éstas están alejadas varias decenas de metros unas de otras, gracias al movimiento de la mano se puede saber cuando ha de producirse el disparo.
Técnicamente ya no es necesario recurrir a ello hoy en día, pero se mantiene el saludo por tradición y en señal de duelo y respeto por los enemigos que caigan víctimas de los disparos.
Durante el evento, una corneta realiza el toque que se usa en los entierros militares en Estados Unidos, para honrar a los caídos.


El presidente de la República Oriental del Uruguay José Mujica

Saludo militar de Eto'o, su gol valió la Liga de 2004-2005

Ex Presidente de Colombia



   
Con su particular celebración con el saludo militar, Youzhny celebró el triunfo en la final

ALGO MAS SOBRE EL SALUDO MILITAR

Es esta una de las expresiones más vibrantes del Espíritu Militar. El saludo militar, tal como hoy lo conocemos, debe su origen a varias versiones, de las que hemos escogido las que nos han parecido más convincentes, a la luz del rigor histórico.

Entre ellas, tenemos la antigua, gentil y elegante costumbre de descubrirse o sacarse el sombrero ante una dama, o una persona de mayor jerarquía o edad, gesto acompañado normalmente por una inclinación de cabeza, una reverencia o un movimiento efectuado con gracia con el cubrecabeza. Esta costumbre perduró con diversas variantes hasta nuestros días, tanto en el ámbito civil como en el militar, a través del gesto masculino de descubrirse ante las damas, las personas conocidas, o con aquellas con las que se observen especiales muestras de respeto. 

También está aquella otra que vincula su origen a un antiguo gesto de los caballeros del medioevo, quienes durante las justas o lances “deportivos”, o llevados a cabo para limpiar el honor de alguna ofensa, acostumbraban antes del combate a levantar la celada del yelmo para mirar a los ojos al adversario, demostrando con ello la ausencia de temor, y al mismo tiempo, infundir, a la vez que demostrarle, respeto a aquél.

En el Ejército Español, al que le debemos muchos de nuestros usos y costumbres tradicionales, el saludo militar tuvo también estos orígenes, pudiéndose observar hasta pasados los mediados del siglo pasado una total falta de uniformidad en las formas de efectuarlo. Existe iconografía de diferentes aspectos, épocas y autores, que nos muestran a militares saludándose de las más diversas formas: sacándose el sombrero, llevándose solamente la mano a él, o haciendo el gesto de sacarlo, pero sin llegar a hacerlo y todo esto, indistintamente con una u otra mano, entre otras formas.

Resulta curioso que en nuestra Armada [...] hasta 1880, el uso era saludar conforme al tradicional estilo civil, es decir, descubriéndose ante el superior, reteniendo la gorra o sombrero en la mano derecha. En ese año, con el arribo del acorazado ARA Almirante Brown, los oficiales de su Plana Mayor introdujeron la costumbre de no sacarse la gorra y solamente efectuar el intento de tocar la visera, deteniendo el saludo, como se había puesto en boga en la armada inglesa. La practicidad de este saludo, especialmente a bordo, hizo que de inmediato fuese adoptado reglamentariamente. Pese a ello, hacia 1898, aún existían viejos oficiales y suboficiales que saludaban descubriéndose en lugar de efectuar la, mal llamada, venia, ya que este término significa inclinar la cabeza como saludo o requerir por este medio permiso o autorización para hacer algo.

Pero en todos los ejércitos del mundo existe el saludo militar, teniendo diversas manifestaciones de acuerdo al país o época de que se trate o, aún, de las circunstancias políticas por las que hayan atravesado. Decían viejos reglamentos españoles: “Es la mirada lo que da al saludo su valor real; el inferior debe mirar francamente a su superior a los ojos”. Estoy aquí, fiel, dicen los ojos del soldado. Cuenta conmigo, responden los del oficial.

En el siglo XVII existía en España la costumbre de recordarse, entre oficial y soldado siempre que se encontraban, la obligación que habían contraído de fidelidad y lealtad al monarca y a la fe católica. Se expresaba volviendo a hacer el gesto cristiano del juramento que habían hecho sobre los colores del Regimiento: levantar la mano derecha hacia el cielo, índice, pulgar y mayor (representando las tres personas de la Santísima Trinidad) ampliamente separados. Era una forma de recordarse mutuamente su común ideal, sin ser, en aquella época, signo de respeto o subordinación. 

De ahí también la forma de ejecutarlo, “consiste en llevar la mano derecha a la prenda de cabeza” ya que al levantar la mano hacia el cielo los dedos rozaban el borde de la prenda de cabeza y no solían pasar de ahí. Todos los ejércitos lo imponen con firmeza y entre ellos se respeta e intercambia. Es el culto a la caballerosidad y al honor militar de cualquier soldado. Así, entre los más curiosos, tenemos a los países de la esfera de influencia británica, que lo hacen mostrando la palma de la mano derecha, indicando con ello, que no se esconde nada cuando se saluda al superior. La misma forma de saludo tiene el ejército francés.  
El ejército polaco tiene un curioso saludo en el que los dedos anular y meñique, son sujetados por el pulgar de la mano derecha, llevándose a la sien los dedos índice y mayor pegados.
Existen otros en los que el gesto del saludo va al centro de la visera, como en el ejército italiano y el israelí, sin mencionar otras curiosas variedades de actitudes y movimientos, con las clásicas variantes personales que siempre aparecen. 
Podrían agregarse también aquellos que, al mismo tiempo que indicar una muestra de subordinación y respeto, demostraron alguna vez una forma de simbolismo o identificación política. Así recordamos, por ejemplo, al muy conocido saludo empleado por los alemanes durante la 2da Guerra Mundial por el partido nazi y por el partido fascista en Italia, por aquellos militares que lo integraban o por los que, sin serlo, se veían obligados por las circunstancias a efectuarlo. Son del mismo tipo, los saludos estilados por el franquismo en España y por la Guardia de Hierro, en Rumania, durante la IIGM.

También, tenemos al singular saludo efectuado por las fuerzas republicanas y las Brigadas Internacionales, durante la terrible Guerra Civil Española, consistente en llevar el puño derecho cerrado a la misma sien. Por el bando nacionalista, la Falange acostumbraba hacer un antiguo saludo que según decían, tenía su origen en el saludo de los soldados romanos: levantando la mano derecha con el brazo estirado. 

Otras versiones más cinematográficas, muestran a este saludo llevándose el puño derecho a tocarse el pecho del lado del corazón, implicando la comprensión de la orden recibida y la devoción demostrada por el subalterno al superior que la impartía.
Algo más que un gesto de cortesía. Es un austero gesto que encierra la regla fundamental de esta hermandad militar, guerrera y heroica: la unión entre todos sus miembros en la entrega al servicio de la Patria. Pero, según opiniones de historiadores militares españoles, este sentimiento se ve en su más clara expresión en el famoso cuerpo de élite de La Legión. Se dice que el saludo del legionario es el más enérgico, el más airoso y más marcial que pueda desearse. Espera impaciente a que llegue el Jefe a su altura, y en el momento debido levanta la mano, que clava en la gorra, mirándole al mismo tiempo. La mirada brilla con fiebre, es fija y recta a los ojos del mirado. Es también de ofrecimiento interrogante para su Jefe; dice: “Mándeme”.

Por último, podría incluirse entre estas formas de saludo, al empleado por los Boy Scouts. Esta organización internacional a la que desde su nacimiento adhirió nuestro país, a través de su introducción por parte del perito Francisco P. Moreno, fue creada por el general inglés Lord Robert Baden Powell, luego de las experiencias que recogiera durante su participación en la Guerra Anglo Bóer, en Sudáfrica, entre 1899 y 1902. En esa ocasión, y durante el sitio de la ciudad de Mafeking, reunió a un numeroso grupo de muchachos y adolescentes, a los que organizó como mensajeros y auxiliares, instruyéndolos en técnicas de supervivencia y desenvolvimiento en la jungla y en las sabanas de esa región, teniendo su formación un gran contenido militar, al que no escapaban las formalidades disciplinarias y protocolares. Terminada la guerra y habiendo vuelto a Gran Bretaña, decidió volcar todos sus esfuerzos a transmitir sus experiencias a los jóvenes, a través de la organización de un movimiento dedicado a ellos para que practicaran actividades educativas, recreativas y de aventura, aprovechando todas las bondades y posibilidades que brinda la naturaleza. Una larga serie de libros y folletos escritos por él fueron dando forma al scoutismo que, entre otras formalidades, adoptó un saludo particular, consistente en tomar el dedo meñique de la mano derecha con el pulgar, manteniendo unidos y en alto, los dedos índice, mayor y anular, significando con ello que el mayor protege siempre al menor, teniendo siempre por divisa, los tres principios de todo scout: Dios, Patria y Hogar (o algunas otros valores semejantes, según el país).

Si en la actualidad, besarse en la mejilla, darse un abrazo o un simple apretón de manos es el saludo que practica todo el Mundo, en la antigüedad, era éste el modo de saludarse, desearse prosperidad e incluso se usaba en prácticas y ceremonias religiosas. 
 
Imágenes del clásico saludo romano, mostrado en efigies rupestres y en ilustraciones idealizadas
No tardaron los soldados de Escipión Africano, el gran militar romano que venció a Aníbal en Hispania, en llevarlo a la Península Itálica, haciéndose famoso y siendo desde entonces el más repetido entre cualquier ciudadano de Roma. De hecho, desde que las legiones que combatieron en Hispania en la Segunda Guerra Púnica, se licenciaron y los legionarios de las mismas lo siguieran utilizando entre ellos como un símbolo de identidad y corporativismo, el saludo fue extendiéndose a la totalidad de las legiones, y al resto de la población. Tal fue su alcance que acabó como saludo simbólico en actos oficiales de gran trascendencia, caso de las audiencias del César, los juramentos solemnes, convertido en símbolo de autoridad y señal de oficialidad de manos de los emperadores.
El juramento de los Horacios. En esta pintura se refleja la actitud de saludo y obediencia con el gesto del brazo extendido a manera de saludo y señal de obediencia.
Este cuadro que pintó el artista predilecto de la Francia de Napoleón, David (1748-1825), en el año 1784, por encargo del entonces Rey Luís XVI, se escogió un tema de la antigua Roma como estimulante patriótico con una carga moralizante sin precedentes. Se trata de “El juramento de los Horacios”, en el que el saludo, mal llamado romano, está muy presente.
Este tipo de saludo también inspiró al clérigo estadounidense Francis Bellamy quien logró que el gobierno de EEUU estableciera una versión del saludo romano como gesto de saludo a la bandera en 1892: el brazo extendido hacia el cielo, con una leve inclinación hacia adelante, formando un ángulo agudo, denominado saludo Bellamy. Durante la Segunda Guerra Mundial, fue empleado en Estados Unidos como Juramento de Lealtad. Entre finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, fue una versión del saludo romano con algunas similitudes al saludo nacionalsocialista. Este tipo de saludo fue abandonado desde el año 1942 a causa precisamente de su similitud.

El saludo Bellamy es el saludo descrito por Francis Bellamy, para acompañar al Juramento de Lealtad a la bandera de los Estados Unidos de América. Durante el periodo en que se utilizó con el Juramento de Lealtad, fue también conocido a veces como el "saludo a la bandera". Durante los años 20 y 30 del siglo XX, los fascistas italianos y los Nazis adoptaron saludos similares en la forma, resultando en una controversia sobre el uso del saludo Bellamy en los Estados Unidos. 

Fue oficialmente reemplazado por la mano sobre el corazón cuando el Congreso enmendó el Código de la Bandera de los Estados Unidos en diciembre de 1942.

SALUDO DEL SOMBRERO

La antigua, gentil y elegante costumbre de descubrirse o sacarse el sombrero ante una dama, o una persona de mayor jerarquía o edad, gesto acompañado normalmente por una inclinación de cabeza, una reverencia o un movimiento efectuado con gracia con el cubrecabeza. Esta costumbre perduró con diversas variantes hasta nuestros días, tanto en el ámbito civil como en el militar, a través del gesto masculino de descubrirse ante las damas, las personas conocidas, o con aquellas con las que se observen especiales muestras de respeto.

SALUDO MILITAR ANTE LA PRESENCIA DE DAMAS

No siempre era necesario descubrirse delante de otras personas. Los caballeros se quitaban el sombrero, pero las mujeres permanecían cubiertas en espacios cerrados, aunque se quitaban el guante para saludar a los reyes y otros personajes de la nobleza. Este gesto, al igual que el de la genuflexión, eran muestras de respeto (aunque algunos las hayan interpretado como muestras de sumisión). La siguiente etapa que nos explican es que con los chambergos de anchas alas; que dificultaban la identificación del portador; el descubrirse facilitaba que el oficial reconociese a su gente; o simplemente identificarse a secas.

SALUDO SIN DESCUBRIRSE LA CABEZA

Por lo general, es más común el saludo militar realizado con cubrecabeza. Sin embargo, hay países en cuyas fuerzas armadas se estila lo contrario, según las circunstancias. El origen o causa de ello es variable. Entre otras causas, tenemos la de descubrir la Cabeza del sombrero; se pasó a no poder hacerlo debido a las modas de enormes y pesados gorros de granaderos decimonónicos (lo mismo que para gente con morriones; cascos, etc) debido al atalaje de los mismos y lo poco práctico de andar trasteando con ellos a cada mando que pasase. De ahí que se quedase en un vestigio del levantamiento de brazo para remarcar la intención de descubrirse y para darnos a reconocer.

También se atribuye al uso de los sombreros de tres picos, colocados sobre pelucas empolvadas, los cuales eran susceptibles de caerse con facilidad si uno se inclinaba sin sujetarlo, por lo que ahí sí tendría lógica que, al irse dejando de lado la costumbre de la reverencia, perdurase el gesto de sujetar el sombrero para, con el tiempo, convertirse finalmente en el saludo militar que conocemos todos. Y como corroboración final: ¿no perdura aún el gesto, entre los hombres que llevan sombrero, de llevarse la mano al ala del mismo al saludar?

Volviendo al saludo militar en nuestro Ejército, y tal como citáramos lo sucedido en nuestra Armada hacia fines del siglo pasado, no existían tampoco en él formalidades estrictas para todos los movimientos y manejos de orden cerrado. Esta actividad, más bien, era empleada como complemento del orden abierto o práctica de formaciones de combate en el terreno.

En efecto, resultaba muy importante el mecanizar muchos movimientos, para que en el momento del combate, el soldado no dudara y respondiera con precisión e inmediatez las órdenes que se impartieran. Baste mencionar como dato curioso que hasta que aparecieron las armas de retrocarga y más tarde las de repetición, las voces de mando para cargar, apuntar y disparar los mosquetes de una compañía, hacían falta alrededor de dieciséis voces de mando consecutivas. 

En consecuencia, los aspectos relacionados con la uniformidad y precisión de los detalles protocolares, tales como llevar el paso, la presentación de armas y los saludos con o sin ellas, eran relativamente secundarios, o no estaban meticulosamente reglamentados, como sí lo estaban aquellas voces y movimientos más relacionados con la actividad de combate. 

Será en las postrimerías del siglo XIX, cuando nacían tanto el moderno Ejército como la Armada, de la mano de nuevas doctrinas importadas de la vieja Europa, cuando aparece el saludo militar tal como hoy lo conocemos. No obstante ello, es curioso ver en viejas fotografías de los años '20 y '30, cómo aún se observaban costumbres personales que escapaban de las formalidades prescriptas reglamentariamente.

En nuestros días, el reglamento de Orden Cerrado precisa con todo detalle las formas y oportunidades en que debe efectuarse el saludo militar. Se realiza de subalterno a superior, devolviéndolo éste de la misma manera, comprendiendo un profundo gesto en el que, junto con el ademán, se intercambian miradas que dicen “aquí estoy”, respondidas por un “cuente conmigo”, todo en una centésima de segundo. 

Esto es el saludo: un mensaje de mutua confianza y correspondencia. A pesar de ello, son innumerables y tragicómicos los errores en su ejecución que hemos cometido todos los que hemos pasado por las filas del Ejército.

Hace pocos años nos encontramos con la novedad del saludo militar ejecutado sin cubrecabeza. Sin duda, fue pensado para mayor comodidad del personal que se desempeña en lugares cubiertos, como comandos, organismos y reparticiones administrativas, donde no se usa birrete, gorra u otro tipo de cubrecabeza. Esto resultaba un verdadero per saltum a múltiples planillas de sanción (por saludar sin el cubrecabeza colocado), a la vez que un aggiornamento de las costumbres militares. Conservador, el personal militar acostumbrado a largos años del saludo clásico, no terminó de adoptar ni aceptar la nueva modalidad y aún en los sitios mencionados, resultaba rara su práctica, por lo que a poco tiempo de impartida esa ordenanza, se la derogó… Tuvo más fuerza el poder de la tradición y la costumbre, basadas ambas en sólidos fundamentos, que la impartición de una orden novedosa y hasta caprichosa.

A pesar de ello, cuando se llega a comprender el simple gesto del saludo en su profundo y magnífico significado y simbolismo, demuestra ante los ojos de todos el testimonio de la perennidad que une a los hombres que juntos sirven a la misma bandera. Lejos de marcar una dependencia, los subordinados dan testimonio orgulloso de la importancia que el saludo tiene y representa. Se convierte en una prueba de confianza y cohesión. 

Es el testimonio de la certeza que el oficial, el suboficial y el soldado se manifiestan para poder contar el uno con el otro. El saludo representa de tal manera, la camaradería militar y la fraternidad entre los hombres de armas. Encierra hermandad, compañerismo, disciplina y unidad.

Unidad, hermandad, poder contar uno con el otro; ser lo mismo y estar dispuesto a morir por la misma causa. Ese es el verdadero sentir del saludo militar y por tanto es una grave falta no realizarlo o no responderlo y cualquiera sea la forma del saludo que se emplee, lejos de indicar servilismo, siempre ha implicado un profundo significado; una correspondencia entre subordinado y superior signada por el respeto mutuo, aquella relación, en definitiva, que en palabras de Ortega y Gasset, dicen que obedecer no es aguantar. Aguantar es envilecerse. Por el contrario, obedecer es estimar al que manda y seguirlo solidarizándose con él, bajo el ondeo de su bandera.
Autor del Artículo: Mayor (R) Museólogo Sergio O. H. Toyos
Fuente:
http://soldadosdepaz.blogspot.com.ar/2013/10/cual-es-el-origen-del-saludo-militar.html
http://soldadosdepaz.blogspot.com.ar/2012/09/sabes-por-que-los-soldados.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Saludo_militar
http://veronica-sheehan.blogspot.com.ar/2012/02/historia-del-saludo-militar.html
http://www.ecured.cu/index.php/Saludo_militar
Diario Soldados Digital 2011. My (R) Sergio O. H. Toyos 
http://www.fundacionsoldados.com.ar/cultura/cultura-18.html

14 comentarios:

  1. Muy buen post! Muy interesante, Gracias por la info!

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  2. Mega interesante! Yo me preguntaba en muchas ocasiones lo de la insignia de la bandera en el uniforme!! Gracias por compartir!

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  3. la foto con la leyenda Sandrone Dazieri, no corresponde es el cantautor y Premio Príncipe de Asturias de Literatura Leonard Cohen.

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  4. El saludo militar es la forma en que los militares saludan mientras están en funciones. Consiste en llevar la mano derecha con los dedos juntos hacia la sien o a la visera de la gorra si es que la llevaran puesta.

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  5. Realmente resulta muy interesante ver cómo "se toma prestado" material escrito por otro, para publicar un artículo propio... Mis cordiales saludos, estimado camarada!!! My ST

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  6. Descendants Of The Sun... Yoo Shi Jin ♡

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  7. Quisiera saber, si un militar de paisano, usando una gorra de visera civil, puede efectuar un saludo militar al cruzarse con un superior o ante el izado o arriado de su bandera nacional? Es lícito hacerlo si la prenda de cabeza no es la oficial, ni él va de uniforme?

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  8. No corresponde, pero a mi, en lo personal no me molestaría, al contrario. Por otro lado​,​ si ​usted ​quisiera hacerlo ante la bandera ​Nacional o de Guerra, si esta pasara frente suyo, ​porque como decía ​el General ​Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano ​"..​. ​no es lo mismo vestir el uniforme militar que serlo​"​, lo correcto sería pararse firme, pero nadie le va a decir nada si hace el saludo militar porque así lo siente, si lo hace es porque quiere demostrar el mas profundo respeto. Yo lo haría, los soldados lo somos de corazón. Lo he visto al presidente Obama hacer el saludo militar de traje ante un marine, y no es, ni ha sido militar, pero evidentemente, le quiso demostrar su mas atenta y distinguida consideración y respeto. Bueno esa es mi opinión señor.

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  9. Magterial muy interesante. Un recorrido por diferentes acciones bélicas del mundo, en diferentes épocas. Adicionalmente la información sobre el saludo militar y civil.

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  10. Exelente historia señor gracias por informar estas costumbres

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